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Soledad, el vacío psicológico de la pandemia

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¿Cuáles son las consecuencias de un año de confinamientos intermitentes? ¿Cómo ha cambiado la percepción de la soledad tras la pandemia? ¿Qué sentimos? ¿Qué hemos aprendido? La soledad ha jugado un papel muy importante durante este año para nada previsible y nos ha situado frente a nuestros fantasmas y miedos. Si, por un lado, tenemos la necesidad de recuperar momentos para nosotros mismos que han desaparecido, por otro nos sentimos cada vez más solos.

¿Qué significa sentir soledad?

La soledad es un sentimiento, muy común cuando una persona se siente triste, cuando tiene la percepción de aislamiento social, o bien cuando una persona carece de apoyo social durante un periodo de tiempo determinado. Esta sensación se convierte en algo patológico cuando se presenta con una intensidad elevada y desproporcionada en relación a la situación, cuando se presenta con mucha frecuencia, o cuando la realidad es muy diferente a la percepción que está experimentando la persona.

A menudo sucede que la soledad «es una consecuencia de un estado emocional, como es la tristeza, y la percepción está distorsionada. Otras veces, podemos tener dificultades en las relaciones, y no hemos conseguido ese apoyo social que todos necesitamos, como seres humanos, gregarios, sociales por naturaleza». explica la psicóloga Laura Raya, de Mundopsicologos.com

El hombre es un animal sociable pero también necesita momentos de retiro para estar consigo mismo. Cómo conseguir un equilibrio correcto entre estas necesidades opuestas. Cada persona, por sus características individuales, en cuanto a personalidad, experiencias previas, y estado emocional, tiene unas necesidades diferentes de sociabilizar. Lo que nos cuesta es calibrar lo que necesitamos para conseguir el equilibrio entre esas necesidades opuestas,. Para algunas personas puede ser difícil ser consciente de la necesidad de sociabilizar, o de estos momentos de retiro.

Para conseguirlo, es importante trabajar sobre la consciencia de las sensaciones y las emociones, más distante de los pensamientos, que suelen modular más nuestro comportamiento. En esta sociedad, aunque estamos en transición hacia este reconocimiento, solemos estar mucho más atentos a esta parte, más mental, menos corporal. Para ello pueden ir bien algunos ejercicios de meditación o mindfulness, yoga, y otros ejercicios de relajación. Para algunas personas puede ser más atractivo realizar algo de actividad física (caminar, correr, nadar, bailar…), también nos ayuda a conectar con nuestras sensaciones.

A menudo también será necesario trabajar sobre los pensamientos que nos llevan a realizar un comportamiento determinado, las creencias subyacentes, o vencer algunos miedos los miedos que pueden estar influyendo en este desequilibrio», afirma la dra. Laura Raya

Hay quien busca la soledad y quien huye de ella

¿Cuáles suelen ser las causas de estos comportamientos? «La complejidad del funcionamiento cerebral, en el que cuenta nuestra personalidad, y experiencias previas, nos lleva a buscar la soledad o huir de ella. Algunas personas, y por su personalidad, tienen más tendencia a buscar experiencias sociales, otras a buscar más momentos de soledad, de «estar con uno mismo», o «sociabilizarse con uno mismo».

«Me gusta mucho pensar en nosotros mismos como una relación más, como alguien con quien sociabilizarnos. De hecho, pienso que es la relación que mejor debemos cuidar, o mejor debemos aprender a cuidar, ya que de ello depende en gran parte nuestro bienestar», asegura Laura Raya.

En este sentido, esta psicóloga añade que «aunque es un concepto poco cercano a algunas personas con miedo a estar solas, que no han aprendido a disfrutar de ello, que no saben qué hacer cuando están solas, o no lo disfrutan, o al estar solas conectan más con un «yo mismo que no apruebo o no me gusta», se dedican a buscar la compañía de forma «desesperada», huyendo de las sensaciones que les genera, o bien dedican mucho tiempo a relaciones o actividades en las que «se sienten acompañadas», aunque no sean lo suficientemente satisfactorias».

Cómo ha cambiado la percepción de la soledad tras la pandemia

Tras la pandemia ha habido un cambio para la gran mayoría de las personas, nos ha obligado más a estar solas, y algunas personas han aprendido a disfrutar de la soledad, para otras ha influido en un empeoramiento de las dificultades previas.

Entonces, ¿hay patologías psíquicas que se pueden relacionar con la soledad no deseada? «Es muy frecuente que la soledad no deseada esté asociada a trastornos afectivos o de ansiedad, la más frecuente la depresión», afirma la Dra Laura Raya.

Tips para aprender a estar solos y encontrar maneras de relacionarse

Para superar los momentos de soledad, lo primero es trabajar la relación con uno mismo. Aqui tienes algunos consejos para superar los momentos de soledad y convertirlos en aprendizaje:

– Es necesario dedicar tiempo a estar solos, sin ningún tipo de compañía. Una vez en la soledad, podemos empezar indagando sobre las posibilidades que nos ofrece esta relación con nosotros mismos, desde conocernos más, vencer nuestros miedos, y mejorar en nuestras habilidades sociales, aprendiendo a ser asertivos con nosotros mismos, a pensar y planificar actividades que podemos hacer solos.

– Podemos empezar a hacer un diario o una lluvia de ideas sobre lo que me gusta hacer o puedo hacer estando solo (actividades como leer, escuchar música, ver series, películas, cocinar, mindfulness, o realizar alguna actividad deportiva, en casa o al aire libre. Suelen ser muy apreciadas y muy «nutritivas» a físico, intelectual y/o emocional.

– Incluirlo en «nuestra agenda diaria» es fundamental así como solemos incluir el trabajo o otras actividades cotidianas.

«Si mejoramos la relación con nosotros mismos, no sólo va a mejorar considerablemente nuestro bienestar, sino que también nos va a ayudar a mejorar la relación con otras personas», concluye la la Dra Laura Raya.

Marina Berrio
Asesoramiento: Dra. Laura Raya de Mundopsicologos.com

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