Las nuevas tecnologías han traído un sinfín de nuevos términos para denominar asuntos que antes no existían. Un buen ejemplo es ‘selfie‘, palabra que hace referencia a las fotografías que se toman las personas aprovechando las cámaras frontales de sus smartphones. Un autorretrato que suele acaparar gran parte del contenido en redes sociales de los más jóvenes.
Sin embargo, en algunos casos, ‘selfie‘ es mucho más que una definición de fotografía. Así lo indica un estudio realizado por la Universidad de Birminghan señala que estas imágenes se relacionan con una personalidad egocéntrica y que exige un reconocimiento constante por parte de la sociedad. En otros casos también se relaciona con una baja autoestima que busca la aprobación de otras personas al publicar este contenido en redes sociales.
El sentido de la intimidad
Hacerse un selfie y publicarlo en redes sociales supone decirle al mundo lo que uno está haciendo en un momento determinado. En algunos casos, esto se convierte en una obsesión para muchos jóvenes que creen necesario estar compartiendo estas imágenes en estas plataformas para mantener el contacto con otras personas. Una dependencia de esta socialización digital que hace que en realidad el fin de cada actividad sea presumir de la misma y no disfrutarla.
Los investigadores congregaron a 500 usuarios de redes sociales para preguntarles qué tipo de contenido subían a esta plataforma. Al mismo tiempo tuvieron que contestar a un test de personalidad para comprobar las características de estas personas en este terreno. La mayoría de aquellos que publicaban estos selfies presentaban rasgos de personas narcisistas y un escaso sentido de la intimidad.
Estas personas también demostraron menos habilidades para relacionarse en persona, por el contrario prácticamente vivían en un ambiente virtual en donde desvelaban numerosos detalles de su día a día. Además, sus rasgos narcisistas también trababan sus posibilidades de entablar amistades con otras personas. Tal y como destaca el centro de adicciones Rosello, estos individuos presentan los siguientes inconvenientes:
– No escucha, sólo oye para ver cómo destaca. Mientras ignora el comentario del otro.
– Suele ser egoísta, estar interesado en su propio bien. Si es generoso, generalmente es por propios intereses.
– Las reglas no aplican a su persona
– Intolerancia a las críticas.Cualquier pequeña crítica negativa lo enfada.
– No aceptan responsabilidades.
Adicción al postureo
El estudio ‘Desco-net-ta’ también pone sobre la mesa los efectos que las redes sociales están provocando en los jóvenes y la adicción que muchos presentan por mostrar su vida en estas plataformas. El 30 por ciento de los encuestados en este trabajo afirma que necesita usar el móvil para mantener informados a sus allegados. Una situación que impide desconectar incluso durante el verano ya que las personas están más atentas a sacar una foto que a disfrutar del tiempo libre.
Para evitar esta dependencia, los padres pueden ayudar a desconectar de las nuevas tecnologías:
– Proponer actividades que hagan que se olvide la necesidad de conectarse a redes sociales.
– Establecer un horario de uso fuera de cual no podrán emplearse estas tecnologías.
– Regañar cuando se vea que se está haciendo un uso indebido de estos aparatos.
– Promover el disfrute de las situaciones y no la toma constante de fotografías.
– Predicar con el ejemplo y no estar aprovechando cualquier actividad familiar para sacar un selfie que luego compartir en redes sociales.
– Recordar la importancia de la privacidad y los peligros que supone perderla.
Damián Montero
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