Muchos padres se sorprenden de que sus hijos no quieran comer con ellos, no entienden porqué ellos prefieren coger una bandeja con la comida e irse a la otra punta de la casa a comer ellos solos en compañía de su móvil o tablet. Sin embargo, es posible que hayan sido ellos los que han acostumbrado a sus hijos a comer así sin darse cuenta.
A los papás les preocupa que sus hijos coman y se alimenten correctamente, y para ello echan mano de la televisión, de la tablet, del móvil… o de lo que sea! Cualquier cosa para que su hijo esté entretenido mientras come, así parece que se aseguran que comerá, que es su objetivo. Y sí, es posible que coma, ¿pero el está siendo consciente de lo que está ingiriendo? ¿Se está alimentando correctamente?
Los riesgos de comer en desconexión
Comiendo frente a la televisión o la tablet, los niños permanecen absortos en los dibujos animados, en la serie de moda o en el juego que tienen delante en el dispositivo, mientras nosotros le vamos metiendo la cuchara o el tenedor en la boca, y poco nos falta para que les mastiquemos la comida también.
Lo más importante es darnos cuenta que desde muy pequeños ya les estamos privando de la experiencia de saborear los alimentos, de percibir las texturas, de los aromas… en definitiva de toda la experiencia que tenemos al comer conscientemente. Les enseñamos a comer en desconexión, en desconexión de ellos mismos, de la comida y de su familia.
El momento de sentarse a comer todos juntos en familia es algo precioso, que poco a poco parece que vamos perdiendo, es un momento maravilloso para conversar todos juntos, para disfrutar en alegría de una rica comida en compañía de los que más quieres. Es importante identificar cuáles son las cosas que no nos permiten disfrutar de esto, como es tener la televisión encendida mientras se come, o estar jugando con la tablet o wasapeando con el móvil, y ¡esto es importante para los papás también!
Las prisas y la cocina exprés
Otro gran enemigo que actualmente nos acecha son las prisas, sí, vivimos acelerados y ¡no nos damos cuenta hasta qué punto! Cocina exprés y comer en 10 minutos parece que está de moda, y esto es nefasto a muchos niveles. Al comer con prisas no comemos relajados y en calma, nos tensamos y esto provoca discusiones, a parte de malas digestiones. Todo esto además favorece que se puedan dar alteraciones gastrointestinales y un aumento no deseado del peso corporal.
También es importante dejar a un lado temas que nos ppreocupen o enfaden para otro momento y no aprovechar las comidas y las cenas para sacar trapos sucios o para incidir en temas académicos o conductuales de nuestros hijos que nos tienen disgustados.
Cómo cambiar para comer conscientemente
¿Y qué podemos hacer? La parte positiva es que tenemos toda la capacidad de hacer cambios en beneficio nuestro y de nuestra familia.
1. Ser conscientes de cómo nos relacionamos con nosotros mismos, con nuestra familia y con los alimentos.
2. Revisar si damos el tiempo y el espacio adecuado a las comidas, ver qué elementos distractores nos restan de poder disfrutar de los encuentros familiares mientras comemos y de nuestros seres queridos.
3. Aprovechar para crear un espacio armonioso donde podamos conversar con tranquilidad y alegría donde nos sintamos felices de conectar los unos con los otros mientras disfrutamos conscientemente de una excelente comida que seguro se preparó con mucho amor.
Patricia Beltrán Pardo. Psicoterapéuta de Psicólogos Pozuelo
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