Categorías:

Primeros auxilios psicológicos, en qué consisten

Tabla de contenidos

Qué son los primeros auxilios psicológicos y cuándo utilizarlos.

ISTOCK

Cuando un niño se cae y se hace una herida, los padres saben cómo proceder: limpiarla, colocar una tirita y recomendar al pequeño que procure no realizar actividades que puedan infectarla. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando la herida no es física sino que se produce a nivel psicológico? ¿Saben los padres los primeros auxilios que se han de aplicar en estas situaciones a sus hijos?

Los primeros auxilios psicológicos han sido reconocidos por la Organización Mundial de la Salud, OMS, como uno de los métodos más efectivos para atajar rápidamente situaciones de crisis en este terreno. Un valor preventivo que puede ser aplicado en el día a día de los hogares españoles para ayudar a los más pequeños de la casa, quienes al no tener control sobre sus emociones se pueden enfrentar a situaciones que los abrumen en ocasiones.

Cuándo aplicar estos primeros auxilios

Tal y como se ha dicho, los primeros auxilios psicológicos se aplican en casos extraordinarios donde las personas se enfrentan a situaciones que los superan a nivel emocional. Desde el Hospital Sant Joan Déu se identifican los siguientes contextos para aplicar estas técnicas en los más pequeños de la casa:

– Situación inesperada fuera de las vivencias habituales que ha tenido hasta el momento. Por ejemplo la muerte de un familiar cercano

– Cambio pasajero o permanente en las rutinas habituales del niño. Un buen ejemplo es una mudanza o un nuevo centro escolar.

– Miedo o temor intenso en el niño o sensación de anormalidad en el contexto familiar que provoca en el menor este temor.

Para saber si estas situaciones están abrumando a los niños, es importante fijarse en las actitudes de los mismos. Estos son algunos síntomas que pueden poner en alerta a los padres:

–  Se muestra más callado o alterado de lo normal

–  No habla en absoluto. Se queda en silencio y pone trabas a la hora de expresar lo que está molestándole

–  Actitud contraria al mundo anterior. Demanda constante información sobre algo que le ha ocurrido y que parece abrumarlo.

–  Miedo constante a estar solos y de separarse de sus padres.

–   Aparición de preguntas sobre diversos supuestos trágicos: ¿morirán sus padres?; ¿quién le cuidaría entonces?; ¿volverá a la escuela?, etc.

–  Alteraciones del sueño. El niño manifiesta miedo a estar solo de noche, sufre pesadillas, se levantarse asustado, etc.



Primeros auxilios psicológicos

Si se advierten alguno de estos síntomas, es importante proceder para evitar que este caso vaya a más. Estas son algunas técnicas que se pueden aplicar en casa:

– Contener. Hay que intentar que las emociones del niño no se desborden. Se debe buscar un equilibrio entre la expresión de sus emociones y el control racional de estos miedos. El contacto corporal con el menor puede ayudar mucho.

– Calmar. En voz baja y un tono amable se deben ofrecer motivos y razones para que el niño se tranquilice. No hay que responsabilizarlo de sus miedos, diciéndole que si se calma todo irá mejor.

– Informar. Con un lenguaje adecuado para la edad del niño se ha de explicar el suceso de una forma simple y honesta, sin minimizarlo, pero tampoco exagerando sus consecuencias

– Normalizar. Se debe ayudar al niño a explicar cómo se siente y para ello nada mejor que poner nombre a las emociones. Una vez identificadas, el siguiente paso es hacerle comprender que son normales en el día a día, pero que igualmente se pueden superar.

Damián Montero

Te puede interesar:

Tristeza o distimia: cómo identificar la tristeza crónica

Tristeza y melancolía: antídotos contra el ‘bajón’

Cómo hacer que los pensamientos negativos desaparezcan

Cómo elevar el estado de ánimo

Otros artículos interesantes