El pánico a quedarse soltera o soltero puede hacer estragos en las personas sin pareja con la irrupción de la temida anuptafobia, que es el pánico a no tener pareja o a quedarse solter@.
Las mujeres son las que más padecen anuptafobia
Aunque la anuptafobia también afecta al sexo masculino, las mujeres son las más propensas a sufrir el miedo a quedarse soltera, sobre todo, al acercarse la caducidad de su reloj biológico, es decir, alrededor de los 30 a los 40 años, una década en la que muchas mujeres desean ver cumplido su deseo de ser madre. A nivel social, todavía se tiene la creencia los hombres tienen una larga vida biológica para asegurar su paternidad, mientras que las mujeres tienen una fecha límite marcada. Pero además, existen otros condicionantes que pueden disparar el miedo a quedarse soltera:
– El temor a la soltería está condicionado por los valores, la educación y el contexto sociocultural en los que está inmersa una persona
– El pánico a quedarse soltera se agudiza en San Valentín, un día terrible para algunas personas sin pareja en el sienten mucha presión social.
– Las mujeres son las más afectadas, sobre todo, cuando sienten el deseo de ser madre.
La presión social y el miedo a quedarse soltera
El miedo a no llegar al altar y a no tener un compañer@ de vida continúa presente en la sociedad. Y es que este temor a la soltería está condicionado por los valores, la educación y el contexto sociocultural en los que está inmersa una persona.
Esta angustia a quedarse soltera pesa más en las mujeres, debido al componente sexista con el que se ha vestido la situación desde tiempos inmemoriales. Mientras los hombres eran calificados como «solteros de oro», ellas «quedaban para vestir santos», y además antiguamente, a los hombres «se les cazaba», mientras a ellas las tildaban con el sobrenombre de «Doña Rosita la soltera».
Anuptafobia, la obsesión del miedo a la soltería
La obsesión que causa el miedo a quedarse soltera o soltero aparece cuando el miedo se transforma y la soledad contamina todos los aspectos de la vida. Esta obsesión, en la práctica, aparece cuando en el trabajo siempre estás pendiente de conocer a alguien, o cuando los fines de semana sólo sales con la finalidad de que tus amigos te presenten a alguien nuevo…
Características de las personas con miedo a quedarse solteras
En la relación de pareja, estas personas con miedo a la soltería reaccionan así:
1. Desaparecen delante del otro. El deseo de tener al otro conforme, contento… les hace casi desaparecer como personas. Esta situación habitual causa aburrimiento y falta de interés en la persona que intentan conquistar.
2. Consideran al otro como un trofeo. Su máximo objetivo pasa a ser el otro como un trofeo que se debe de conseguir a cualquier precio. Para ello, intentan mostrarse autosuficientes o «perfectos». Ocultan sus debilidades y los aspectos más vulnerables de su persona.
3. Mantienen una relación a cualquier precio. Cuando la pareja no responde comprometidamente, no llama o lo hace a último momento, no tiene exclusividad sexual, estas personas buscan justificar el comportamiento del otro, evitan presionarlo e intentan continuar con la relación a costa de lo que sea, sin poner límites.
Recomendaciones para acabar con el miedo a quedarse soltera
Las personas con este temor a la soledad deben, según la coach y terapéuta, Verónica Rodríguez Orellana:
– Trabajar su forma de vincularse con los demás y consigo mismos
– Ver qué les pasa con el temor a la pérdida, con el deseo de conformar a todos.
– Tener en cuenta su autoestima, y pensarse como una persona que no requiere de otra para desarrollarse social y económicamente. Un mejor vínculo consigo mismos ayuda a no depositar en otra persona su bienestar.
«En las sesiones de coaching trabajamos muy a menudo este tema, tanto el temor a la soltería como la búsqueda obsesiva de la pareja. Poder aquietar la mente y aprender a gestionar emocionalmente este momento es crucial para poder llevar una vida más placentera «, apunta la coach y terapeuta Verónica Rodríguez Orellana, directora del Coaching Club. «Es apasionante acompañar estos procesos y ver como la persona poco a poco vuelve a conquistar la vida que merece», concluye.
Verónica Rodríguez Orellana. Coach, Terapéuta y Directora del Coaching Club.
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