El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un problema de ansiedad que provoca pensamientos recurrentes que convierten en necesidad, al que los padece, repetir rituales y comportamientos que le ayudan a calmar dicha sensación. En muchos casos, estos llegan a interferir con la vida cotidiana, debido a que escapan al control de los que los realizan.
Figura entre las veinte enfermedades más discapacitantes, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). El TOC condiciona la rutina diaria y genera sufrimiento al ser incapaz la persona que lo sufre de romper el ritual que la enfermedad impone, muchas veces absurdo a los ojos del mismo enfermo.
Las obsesiones tienen que ver con la contaminación (tocar ciertas cosas o sustancias, por ejemplo), dudas repetidas (como si se ha cerrado el gas o la puerta) e impulsos de carácter agresivo u horrendo (como puede ser hacer daño o matar). Otras obsesiones hacen referencia a la necesidad de tener las cosas en un orden determinado y a pasar larguísimos periodos de tiempo pensando de forma improductiva sobre cualquier asunto tal como una cuestión filosófica, religiosa o familiar.
Manía u obesión
Si condiciona tu rutina diaria, genera ansiedad o te obliga a perder más de una hora al día de tu tiempo, puede que lo que creías que era una manía sea, en realidad, una obsesión.
Algunos ejemplos son:
1. Miedo excesivo a los microbios
2. Pensamientos prohibidos relacionados con el sexo, la religión, o sobre dañar a otros o a sí mismos
3. La necesidad de que exista orden
4. Realizar comportamientos repetitivos en respuesta a un pensamiento o idea, como por ejemplo:
– Verificar una y otra vez las acciones (como apagar las luces y cerrar la puerta)
– Contar cosas una y otra vez
– Ordenar las cosas de una cierta manera
– Lavarse las manos repetidas veces para evitar una infección
– Repetir las palabras en silencio
– Rezar en silencio una y otra vez
Características de las personas con TOC
Ten en cuenta que no todas las personas que siguen determinados hábitos o rituales padecen TOC. Pero la persona con TOC:
1. No es capaz de controlar sus pensamientos o comportamientos, incluso cuando entiende que son excesivos.
2. Dedica al menos una hora del día a estos pensamientos o comportamientos.
3. No obtiene placer de realizar un comportamiento o ritual, más allá de un breve alivio de la ansiedad, tal vez.
4. Tiene grandes problemas en la vida diaria debido a estos pensamientos o rituales.
«Hablamos de compulsiones cuando se realizan comportamientos o actos mentales repetitivos o rituales externos como respuesta a una obsesión y con el fin de evitar alguna situación temida o disminuir momentáneamente el malestar. Tras el alivio inmediato se produce un incremento de la ansiedad y de la necesidad de repetir, entrando en el círculo vicioso de la ansiedad», afirma María Nebot, psiquiatra de la Unidad de Salud Mental del Hospital Nisa Valencia al Mar.
Cómo diagnosticar el trastorno obsesivo compulsivo
El diagnóstico se realiza por parte del psiquiatra o del psicólogo clínico a través de la entrevista en la que se explora la presencia de síntomas definitorios del TOC y aquellas conductas de evitación que puedan estar manteniéndolo. Existen además test específicos que valoran la repercusión del trastorno en la vida del paciente.
Tratamientos para las personas con TOC
Los estudios ratifican que la mejor opción terapéutica incluye el tratamiento farmacológico y la intervención psicoterapéutica.
– A nivel farmacológico, algunos antidepresivos han demostrado su eficacia en la disminución de la sintomatología aunque es común su combinación con otros fármacos como los ansiolíticos.
– La intervención psicoterapéutica más empleada es la orientación cognitivo-conductual y es conocida como exposición con prevención de respuesta. En dicho tratamiento el paciente se expone en vivo y/o en la imaginación a los estímulos externos e internos temidos al tiempo que se previene la ocurrencia de las compulsiones hasta que la ansiedad disminuye significativamente. «Este procedimiento ha sido investigado en un gran número de estudios controlados y ha resultado más eficaz que el entrenamiento en estrategias de manejo de la ansiedad y se ha comprobado que sus efectos positivos perduran una vez finalizado el tratamiento», asegura la Dra. Nebot.
Con un adecuado tratamiento y seguimiento por parte de los profesionales de salud mental se pueden remitir los síntomas. Sin embargo, el TOC es un trastorno crónico y sin el correcto abordaje puede llegar a ser altamente incapacitante para la persona que lo padece. La OMS hace hincapié en su capacidad de limitar la vida personal, familiar, social y laboral del paciente. A pesar de ello, una alta proporción de las personas que sufren un problema obsesivo – compulsivo, y que son tratados con las herramientas adecuadas, resuelven su problema.
Marina Berrio
Asesoramiento: María Nebot, psiquiatra de la Unidad de Salud Mental del Hospital Nisa Valencia al Mar.
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