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Enseñar a los niños el optimismo y la alegría

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Algunos chicos a pesar de su prematura edad, han perdido lo más bello que tiene la niñez y la juventud: la alegría. Tal vez las condiciones del ambiente han ayudado a que esto suceda, pero hay que encender las alarmas ante el aburrimiento y las caras largas de algunos de ellos, a pesar de tener todo para ser feliz.

Enseñar a los niños el optimismo y la alegria es posible. La felicidad es un aprendizaje como cualquier otro. Puesto que en gran medida, la felicidad depende de la propia actitud y voluntad para alcanzarla y no como se suele pensar que la felicidad está sujeta a factores externos. De ahí la llamada a educar a los hijos en ambientes positivos y alegres, teniendo en cuenta que son como esponjas que absorben el clima emocional que les rodea.

La familia como escuela de felicidad

La familia es el espacio por excelencia donde se cultivan los valores y se forja la personalidad, siendo determinante para el desarrollo humano. Es en este contexto donde las personas aprenden cómo es la vida y con ello las actitudes ante ésta, siendo el optimismo el mejor camino.

«Los chicos absorben como esponjas el clima emocional que pueda expresarse en el hogar. Si les mostramos con el ejemplo que alimentamos las emociones positivas, a medida que se vayan desarrollando, crecerán fortaleciéndose y dejando de ser propensos a experimentar emociones negativas, y serán ellos generadores de climas emocionales positivos y optimistas«. Asegura en sus columnas María Laura Cortés, psicóloga y coach argentina.

Los expertos dicen que la enseñanza de la alegría parte de los valores como el perdón, la solidaridad, la confianza, la construcción de relaciones empáticas y el amor. Igualmente resaltan la importancia de transmitirles a los hijos el valor de los sueños y la capacidad de sacar provecho de las situaciones difíciles.

5 consejos para enseñar el optimismo a los niños

1.   Gestiona las actitudes pesimistas. Analiza las situaciones en las que aparece el pesismo y realiza una valoración objetiva de la situación. 

2.   Refuerza su esfuerzo. Conviene elogiarle y motivarle cuando algo le sale bien, sobre todo, cuando ha puesto empeño en ello. Es importante que sienta el sabor de una pequeña victoria, que le haga sentirse orgulloso. 

3.   Presta más atención a sus momentos optimistas. Es una manera de que vea que consigue más atención de sus padres cuando tiene una visión optimista. 

4.   Resalta sus cualidades. Conseguirás alimentar la confianza en sí mismo, se sentirá más seguro y además ellos aprenderán también a valorar sus propias cualidades personales. 

5.    Enseñale aceptación. Aprender a quererse y a aceptarnos como somos desde pequeños es muy importante. Debemos conocer nuestras limitaciones e intentar ser cada día un poco mejores, pero evitando caer en frustraciones innecesarias. 

Marisol Nuevo Espín

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