¿Eres una persona indecisa? ¿Abrumas a tu hijo/a con múltiples opciones? ¿Por qué nos cuesta tomar decisiones? ¿Qué nos pasa cuando tenemos que elegir entre muchas opciones? ¿Cómo responde nuestro cerebro? Lo cierto es que tomamos múltiples decisiones a diario, algunas de ellas en muy poco tiempo. ¿De qué depende la habilidad para tomar decisiones?
La situación típica de estar en el supermercado y preguntarle a tu hijo/a qué yogures quiere, qué tipo de chocolatina le compras, qué le gustaría cenar… a parte de no conducir a hábitos de comportamiento muy saludables, puede crear una gran insatisfacción en tu hijo/a, al elegir un tipo de yogures, subrayando tantas opciones… hará que se sienta mal por todas las que ha rechazado, sin saber finalmente cuál le gustan.
¿Y qué pasa cuando vas al típico restaurante con una carta interminable? ¿No te quedas muchas veces con la sensación de que tu vecino eligió mejor?
Las opciones múltiples complica la capacidad de elegir
Tener más opciones no es sinónimo de mayor libertad, en muchos casos nos aumenta la frustración. Empieza a reducir opciones y todo será mucho más simple. Permanece muy atento cuando ofreces a tu hijo/a alternativas, sobre todo cuando se trata de el tipo de comida, ocio, ropa… y todo lo relacionado con consumo.
El psicólogo Barry Schwartz analiza de manera brillante que le pasa a nuestro cerebro cuando se encuentra ante múltiples opciones al tener que tomar decisiones. Las posibles elecciones que podemos hacer en cada momento del día, y en cada etapa de nuestra vida son infinitas ¿cuantos tipos de yogures, móviles y modelos de ropa existen?
Tener que elegir entre tantas opciones diariamente es una forma de sobrecarga de información. Schwartz en su libro, «La paradoja de la elección» explica nuestra tendencia a estar menos satisfechos con nuestras adquisiciones mientras más alternativas existan.
¿Qué pasa cuando tenemos que pensar en qué estudiar? ¿Cuántos estudios diferentes existen?¿Cuántos tipos de universidades, centros de formación, escuelas de negocios…? ¿Cuántas modalidades de formación?
Cuando eliges renuncias, parece ser que en nuestra sociedad moderna para aumentar nuestra libertad, tenemos que tener a nuestra disposición cada vez un mayor número de opciones y posibles elecciones en todo cuanto nos rodea en el día a día.
Los puntos negativos de tener que elegir entre tantas opciones
1. Parálisis: hoy en día es muy difícil tomar decisiones, hasta el punto de que acabas posponiéndolas siempre por no saber qué elegir. Un mayor número de opciones no te libera precisamente.
2. Coste de oportunidad: elijas lo que elijas siempre estarás recordando las partes buenas de aquello que no elegiste. Al final te encuentras siempre insatisfecho pensando que tal vez tu elección no fue la mejor, y perdiste una buena oportunidad.
3. Altas expectativas: acabas teniendo experiencias decepcionantes por culpa de comparar tus resultados y elecciones, con las altas expectativas previas que tenías fruto de las infinitas posibilidades a tu alcance. Al final no es tan bueno como lo esperabas, y seguro que no diste con la solución perfecta.
4. Culparse a sí mismo: como tenías tantas alternativas… siempre… siempre! piensas que tal vez podrías haberlo elegido, ejecutado o pensado mejor! Lo que piensas es que el único culpable de tan mala elección eres tu, y no que tantas opciones abruman a cualquiera.
Educa para disfrutar con lo que eliges, el valor de ejemplo es fundamental, reduce la variedad de opciones y conseguirás un mayor bienestar, menos es más.
Aleida Orviz. Directora de Orientando en positivo
Más información en el libro Las seis decisiones más importantes de tu vida, de Sean Covey.
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