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Ideas para cuidar la salud mental en la infancia y la adolescencia

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Tal y como definen desde la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud es un «estado completo de bienestar físico, mental y social». Si algo hemos aprendido como sociedad en los últimos años es precisamente eso: que la salud mental es tan importante como la física. Además, con ello, también hemos conseguido romper con lo que, hasta hace relativamente poco tiempo, parecía un tabú.

No cabe duda de que el mundo en el que vivimos es complejo e incierto, y que debemos estar preparados para adaptarnos y hacer frente a las circunstancias, lo que implica prevención para cuidar nuestra salud mental. Pues, el miedo a las enfermedades, al cambio climático, a la guerra, a la crisis económica o a nuestra situación laboral son tan solo algunas de las cosas que nos fustigan a diario.

En este sentido, claramente, existen una gran diversidad de factores y circunstancias que pueden influir en el estado de salud mental de las personas y que nos hacen más o menos vulnerables a poder experimentar diversos problemas. Por ello, es importante que tengamos muy presente que muchas de las claves para asegurar una buena salud mental a lo largo de la vida de las personas comienzan en la infancia.

Por este motivo, es vital que enseñemos a los niños a desarrollar su inteligencia emocional con el objetivo de que, desde edades muy tempranas, aprendan a gestionar favorablemente sus emociones. Con ello, conseguiremos fortalecer su mente y les otorgaremos algunas de las herramientas más importantes para hacer frente a posibles problemas que puedan surgir a lo largo de su vida.

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Infancia y adolescencia: mentes vulnerables

Además de preparar a los niños para el futuro, debemos tener en cuenta que, precisamente, la infancia y la adolescencia son momentos muy delicados y en los que se es muy vulnerable a las circunstancias. Especialmente, porque la mente no es lo suficientemente madura aun y se vive en una completa montaña rusa de emociones. Esto genera que los posibles problemas puedan derivar o concluir rápidamente en traumas, ansiedades, depresiones o incluso adicciones de muy variado carácter si hablamos de jóvenes y adolescentes.

Desde organismos como UNICEF destacan que, tanto desde el ámbito sanitario como desde el educativo, se deben tomar medidas urgentes en este sentido. Pues, los datos de salud mental en niños, jóvenes y adolescentes son cada vez más alarmantes. Tanto es así que, como indican desde la Confederación de SALUD MENTAL Española, casi el 50% de los jóvenes de 15 a 29 años en nuestro país considera que ha tenido algún problema de salud mental.

Otorgar las herramientas necesarias

Dadas las circunstancias, se hace imprescindible que, desde los centros educativos, se pongan en marcha medidas que ayuden a apaliar la situación. Es decir, que uno de los pilares fundamentales de los propios proyectos educativos en los primeros años escolares sea fomentar la inteligencia emocional de los niños y cuidar su salud mental.

Puesto que gran parte de esta esencial labor, por supuesto, recae precisamente en las familias, es también clave que exista colaboración e implicación desde las instituciones. En parte, también para apaliar posibles contextos en los hogares que no sean los más propicios para el bienestar mental en la infancia.

En cualquier caso, desde los hogares, con el objetivo de afrontar esta problemática y ayudar a nuestros prevenir, debe comenzarse la consulta de información, el compartimento de experiencias y la búsqueda de apoyos. Pues, sin duda, son los profesionales los que mejor pueden enseñarnos a reforzar la salud mental de nuestros pequeños.

Rich Health. Coordinador de salud mental de TEMS, The English Montessori School

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