¿Hay reglas establecidas para determinar la cantidad de regalos que debe recibir un niño en Navidad? La clave está en saber conectar la ilusión de los niños con el regalo. Y es que cuando los niños están colmados, o incluso podríamos decir saturados de regalos, no son capaces de conectar la emoción que se corresponde con los regalos y no valoran los detalles.
Es una escena común, ver a los niños en casa abriendo un regalo tras otro, rasgando papeles, sin tiempo de mirar lo que hay en cada paquete, antes de pasar al siguiente regalo. La abundancia de regalos no es buena para los niños porque ese exceso de estímulos positivos puede afectar a su desarrollo y maduración, incluso reduciendo su nivel de tolerancia a las frustraciones.
El peligro del exceso de regalos
Aunque, en un primer momento, podemos pensar que sí reciben todo lo que quieren les hacemos felices, nada más lejos de la realidad. El exceso de regalos esconde grandes y graves peligros. De hecho, los niños no se frustran por no poder recibir todo lo que han pedido. Al contrario, acceder siempre a sus exigencias les puede convertir en adultos continuamente insatisfechos.
Por ello, hay que gestionar las expectativas de los niños previamente, explicándoles que hay un ‘máximo’ de regalos que los Reyes Magos ‘pueden cargar’. Este razonamiento es positivo para los niños, ya que hasta que no tienen 9 o 10 años, los niños no están capacitados para seleccionar y elegir.
Las consecuencias del exceso de regalos para los niños
1. Apertura en cadena sin prestar atención. En el momento de recibirlos, ante la avalancha, no les permitimos disfrutar de ellos. Al igual que la escena de niños abriendo regalos es muy común, también es muy común la escena de niños dejando a un lado los regalos y buscando nuevos regalos que abrir.
2. Con demasiados regalos es imposible que juegue con todos. Tienen más de lo que son capaces de disfrutar, y como consecuencia se pierde la emoción. Ya que estamos desviando la atención, el juguete no importa en sí mismo, lo que importa es tenerlo.
3. Con el tiempo se convertirán en adultos insatisfechos, da igual lo que tengan, nunca tendrán suficiente. Y como consecuencia serán infelices, no importa lo que tengan, porque siempre querrán tener más y buscarán así la felicidad.
Consejos para evitar el exceso de regalos
1. Es importante educar a los niños no solo en Navidad, sino durante todo el año, para que eviten el consumismo, para que entiendan el valor de las cosas y sobre todo que sepan que la felicidad no está en tener cosas.
2. Educar con nuestro ejemplo. Es importante que nosotros también seamos conscientes de que somos un modelo para los niños y niñas. No se trata de limitar nuestros gustos, sino de aprender a valorar las cosas y aprender que no necesitamos todo para ser felices.
3. No siempre es sencillo saber cuántos regalos necesita un niño, establecer el límite entre lo normal y el exceso. Pero puede ser más sencillo de lo que parece, el número de regalos ideal para un niño o niña, será aquellos a los que pueda y vaya atender.
4. Cuando los Reyes Magos se pasan de regalos, los papás y mamás pueden echar una mano y guardar algunos regalos para más adelante. Dejar que los pequeños disfruten de lo que pueden atender y más adelante ofrecerles los demás regalos.
Claves para alimentar la ilusión de los regalos
La clave está en orientar al niño, es decir, ayudarle a decidirse por algo concreto que le haga mucha ilusión y fomentarla. Para convertir la Navidad en un momento mágico y esperado por los niños, es importante incentivar el entusiasmo.
Celia Rodríguez Ruiz. Psicóloga clínica sanitaria. Especialista en pedagogía y psicología infantojuvenil. Directora de Educa y Aprende. Autora de la colección Estimular los Procesos de lectura y escritura.
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