Categorías:

Cómo entrenar el optimismo y saber encarar los retos

Tabla de contenidos

Cómo entrenar el optimismo.

ISTOCK

La diferencia entre una vida optimista y una pesimista es evidente. Aquellos que afrontan su día a día con una gran alegría y una visión feliz de sus rutinas, podrán aprovecha cada jornada al máximo. No son pocos los estudios que confirman que optar por esta decisión tiene como resultado una mejor salud. Y las buenas noticias son que este modo de encarar el futuro puede entrenarse.

Para ello, desde la Universidad Complutense de Madrid, se brindan varios consejos con los que entrenar el cerebro para ser más optimista. Unas rutinas que vale la pena incluir en el día a día de las personas con el fin de tener un mejor modo de afrontar el día a día y saber resolver, desde un punto de vista positivo, los problemas que se vayan presentado a lo largo de las distintas jornadas.

Cómo ser optimista

Éstas son algunas de las rutinas que se ofrecen para afrontar el día a día con el mayor optimismo posible:

Mantente activo. La actividad es fundamental para mantener tu ánimo elevado. Además, es más probable que encuentres más alicientes en el día a día. Por otro lado, la actividad ofrece: sensación de control y una gran sensación de satisfacción

Centrarse en lo positivo. Las personas optimistas tienden a recordar situaciones positivas que sirvan de contrapeso a los acontecimientos negativos. De esta manera, se evitan los juicios sesgados o parciales que llevan a la creencia de que el mundo es un lugar inseguro y desesperanzador. Algunos consejos para ello son: reconocer los momentos positivos, aceptarlos como parte del día a día (no todo es malo) y repasarlos para comprobar que siempre superan a los negativos.

Solucionar los problemas. Las personas que encaran las dificultades, están mejor protegidas contra el estrés, la depresión y la tristeza. Esto no exime de pedir ayuda cuando sea necesaria. Otro consejo es tener un plan de acción ante la aparición de los problemas.

Comunicarse. Los seres humanos son un animal social, desarrollar esta vertiente repercute de forma positiva en el bienestar y potencia el optimismo. Además, saber transmitir de forma efectiva permite que cuando suceda algo malo, en el seno de la familia, pueda abordase el problema desde una perspectiva positiva.

Examinar los pensamientos. Hacer las paces con un mismo repercute de forma positiva en el día a día.

Damián Montero

Te puede interesar:

– Cómo educar hijos optimistas

– Fomentando el buen humor

– 10 claves para ser una madre feliz

Otros artículos interesantes