Cuidar a un familiar con una enfermedad crónica supone un desgaste emocional en los cuidadores tremendamente importante. Con todo lo que tenemos encima, si añadimos a la ecuación tener que cuidar de un familiar enfermo, la carga de estrés y ansiedad se eleva al tener una persona dependiente a nuestro lado.
No obstante, todo depende de nuestra interpretación. Es decir, las emociones de ansiedad y estrés no dependen de los recursos objetivos que tenemos sino de la percepción que tenemos de ellos.
Para que te hagas una idea, si tienes que cuidar de un familiar durante un tiempo, pero te ves incapaz de hacerlo, aparecerán emociones desagradables. Pero, aun teniendo los mismos recursos, si te ves capacitado, las emociones de ansiedad y estrés serán mucho más suaves y lejos de bloquearte, te ayudarán a dar lo mejor de ti.
Artículo relacionado:
– El drama del coronavirus, ¿y si el siguiente soy yo?
6 consejos para afrontar la enfermedad de un familiar
1. Fomenta el apoyo social: el ser humano es un animal social, por lo que es de vital importancia que dediques tiempo a la semana a esta actividad. El apoyo social funciona como amortiguador del estrés, por lo que es muy buena idea que por lo menos dos o tres veces a la semana te reúnas con amigos o seres queridos. No te aísles.
2. Haz ejercicio físico: el deporte ha demostrado ser un remedio fenomenal para la tristeza. por ello hemos de hacer el esfuerzo de dedicar por lo menos tres ratos a la semana para ello. No hace falta que hagas grandes esfuerzos, con un paseo a buen ritmo nos puede valer.
3. Busca un grupo de apoyo: hay muchas asociaciones de cuidadores. Es buena idea que investigues si hay alguna cerca de ti. Hablar con personas en tu misma situación puede hacer que te sientas mejor.
4. Empatiza con el enfermo: sé que es muy difícil y que en la mayoría de las ocasiones perdemos pronto la paciencia. Pero si hacemos un esfuerzo para ponernos en su piel, seguramente comprenderemos mejor sus demandas.
5. Fórmate para ser mejor cuidador: como ya hemos visto en la introducción, la formación en habilidades para el cuidado nos ayuda a mejorar no solo nuestra destreza sino también a ser paciente. Como te contaba más arriba, si te percibes con más recursos, los niveles de estrés serán menores.
6. Cuéntale a alguien cómo te sientes o escríbelo: cuando ponemos palabras a nuestros estados emocionales, nuestro cerebro procesa y da significado a estas experiencias por lo que la intensidad, la frecuencia y la duración de las emociones son menores. Así que no te guardes todo para ti. Compártelo.
Afrontar la enfermedad de un familiar puede hacer tambalear tu bienestar emocional. Sin embargo, con trabajo, tú también podrás encontrar el equilibrio. Tú también puedes conseguirlo.
Ten en cuenta que…
Según un estudio con pacientes oncológicos, hay una relación entre el nivel de sobrecarga del cuidador y el grado de dependencia del enfermo (Rodríguez & Rihuete 2011). Es decir, cuanto más nos necesite nuestro familiar, más sobrecargados nos sentiremos.
Curiosamente, dentro de la Unión Europea, España es el país que más se apoya en la familia como proveedora de cuidados, pero se encuentra en los últimos lugares en cuanto a gasto sociosanitario en apoyo a la familia.
En otro estudio con familiares de enfermos crónicos, se evaluó los beneficios de un programa que entrenaba en habilidades para el cuidado. Los resultados demostraron que este entrenamiento aumentaba no solo el conocimiento de las habilidades específicas, sino que también aumentaba la paciencia de los cuidadores (Barrera-Ortiz, Pinto-Afanador & Sánchez-Herrera 2006).
Jesús Matos. Psicólogo experto en gestión de la tristeza. Fundador de la plataforma online En Equilibrio Mental.
Te puede interesar:
– Cómo explicamos que… mamá está enferma
– 4 formas de evitar la resistencia a los antibióticos
– Principales errores de los padres cuando los niños se ponen enfermos