Lo cierto es que todos, en alguna ocasión, hemos utilizado la herramienta de la persuasión para influir en la opinión de la otra persona. Cuando somos pequeños y queremos que nuestros padres nos compren algo, cuando queremos ver una película y la otra persona quiere ver otra, cuando preferimos ir a un sitio que a otro… No cabe duda, que saber cómo convencer es un arte.
Saber utilizar el arte de la persuación es una ventaja sobre los demás. Pero… ¿persuadir y manipular es lo mismo? Muchas personas pueden llegar a creer que si, y sin embargo, esto no es así. Cuando persuadimos estamos intentando influir en el comportamiento de la otra persona, pero siendo sinceros y transparentes, mientras que cuando manipulamos estas dos características desaparecen, pues no estamos dejando claras nuestras intenciones.
¿Cómo funciona la persuasión?
Saber cómo funciona el cerebro es la mejor manera de persuadir. Por ello, es necesario que conozcamos que nuestro cerebro está diseñado para tomar decisiones ahorrando la máxima energía posible y que esto lo consigue a través de los heurísticos.
Los heurísticos son atajos mentales que nos permiten conseguir una respuesta rápida a la situación en la que nos encontremos sin invertir demasiados recursos. Esto ayuda a que la respuesta sea rápida aunque ignore parte de la realidad. Al final, lo que importa es lograr un resultado favorable, no el mejor resultado posible. Detrás de un perjuicio hay un heurístico, pues probablemente hayamos hecho una evaluación de alguien basándonos en una cantidad de información baja.
5 claves para persuadir a los demás
Para persuadir de forma efectiva a nuestro interlocutor, es necesario tener en cuenta una serie de habilidades sociales.
1. Sinceridad. Aquello que deseas transmitir ha de ser creíble por la otra persona y para ello es necesario ser sincero, creer en lo que estamos diciendo, de lo contrario perderemos toda nuestra credibilidad.
2. Conocer las necesidades de la otra persona, de esta manera podremos argumentar haciendo que la otra persona se sienta comprendido y confíe en que si nos hace caso, sus necesidades se verán resueltas.
3. Busca el momento adecuado. Para que nuestro mensaje sea tomado en cuenta, es necesario que busquemos el mejor momento para transmitir aquello que queramos. Un espacio de tranquilidad y sin prisas es uno de los mejores momentos.
4. Aprovecha la reciprocidad. Cuando alguien nos hace un favor no solemos ver «obligados» a devolverlo. Si tienes pequeños gestos con los demás luego será más fácil convencerlos de algo.
5. Utiliza la sonrisa y emociones. Un estudio llevado a cabo por varios científicos franceses y alemanes demuestra que confiamos más en la gente que sonríe. La sonrisa nos transmite emociones y estas nos ayudan a conectar con los demás.
Rocío Navarro. Psicóloga del centro Psicolari, psicología integral
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