Queremos que los «Te quiero» sean auténticos y eternos, pero para ello debemos cuidar nuestra relación y nuestra pareja para que la realidad se imponga en la concepción que tenemos de lo que es un noviazgo ideal.
Sois novios desde hace un tiempo, estáis cómodos el uno con el otro, pero aún estáis lejos de un compromiso definitivo. Lleváis unos meses juntos, tal vez incluso un año. Ha llegado el momento en que la realidad toma asiento y desbanca al flechazo inicial, cuando os conocisteis y todo os parecía perfecto.
Ahora las cosas han cambiado. Para empezar, te estás acostumbrando a la presencia del otro. Ya han tenido lugar las primeras peleas y los planes que hacéis juntos no te ilusionan tanto como al principio.
A veces, incluso te aburres o te encuentras ante situaciones que te producen frustración. ¿Te sientes identificado? No te preocupes, lo que ocurre es que has llegado a una de las etapas decisivas del noviazgo: es ahora cuando empiezan a fallar los motores y se producen casi todas las rupturas o se consolida la relación.
Al final el noviazgo es como una planta, que si no se riega acaba secándose. ¿Qué hay que hacer para cuidarlo en esta etapa? ¿Cuáles son las claves fundamentales? Estamos cansados de escucharlas, pero nunca viene mal hacer un breve repaso y plantearse si realmente estamos apostando por nuestro noviazgo o si hemos tirado la toalla antes de tiempo.
Las palabras mágicas para cuidar un buen noviazgo
En una ocasión me contaron la historia de un joven matrimonio que vivía del alquiler en su velero. No tenían más casa que el barco, una embarcación de siete metros de eslora donde trabajaban de patrones, cocinaban y dormían día y noche. Llevaban diez años casados y habían navegado juntos por el mundo entero. Al manejar el barco entre dos, la mayoría de sus conversaciones estaban salpicadas de órdenes. Buena parte de su conversación se componía de las labores rutinarias de navegación: soltar amarras, pasar cabos, arriar velas…
Pese a todo, se les veía felices y compenetrados. Uno de los clientes del barco, tras observar admirado su trabajo en equipo, les preguntó cómo se las arreglaban para convivir tan bien en un espacio tan pequeño. Ante la pregunta, ellos se miraron y contestaron al unísono: «No sé si te has dado cuenta, pero cada vez que nos dirigimos el uno al otro, nos pedimos todo por favor y nos damos siempre las gracias». Así de sencillo. Pero el efecto mágico de estas palabras nunca dejará de sorprendernos.
Recetas del día a día para ser novios ‘de verdad’
Para superar la rutina: buen humor
El buen humor es la mejor medicina contra la rutina y la mediocridad: insufla energía, hace que los problemas parezcan más pequeños y, además, es contagioso. El actor Paul Newman y su mujer fueron una de las parejas más duraderas y exitosas de Hollywood. Cuando les preguntaron cuál era el ingrediente secreto de su relación, Joanne (la mujer de Newman) contestó: «el atractivo se debilita con el tiempo y la belleza se desvanece, pero estar casada con un hombre que te hace reír todos los días, eso sí que no tiene precio».
Para suavizar las peleas: respeto
El respeto es una actitud que brota de la mutua admiración que sentís de forma natural el uno por el otro, pero con el tiempo tiende a desgastarse. Cuidado: si eres suficientemente maduro para discutir en pareja, también deberías tener la madurez para arreglar la pelea sin herir al otro, corregir desde el cariño y, sobre todo, perdonar de corazón. El respeto es clave en todo este proceso porque actúa como una barrera invisible que te impide cruzar límites verbales de los que luego es posible que te acabes arrepintiendo.
Para tomar decisiones: comunicación
En una relación es imposible crecer si las cosas no se comunican. De hecho, es imposible querer al otro si no existe un verdadero diálogo. En algún momento de la relación, os encontraréis ante un cruce de caminos que os obligará a tomar una decisión: desde elegir un máster hasta poner fecha a vuestra boda. Para que cada uno pueda sentirse comprendido, tiene que haber un diálogo constante en el que transmitas todo lo que es importante para ti, lo que te da miedo o te hace feliz, tu concepción del matrimonio o el estilo de vida que quieres llevar en el futuro.
Laura Revuelta
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