El amor es un sentimiento universal y un mecanismo complejo que funciona de distinta forma en cada uno de nosotros. Las parejas que sobreviven en el tiempo son las que han sabido crear un vínculo capaz de afrontar las dificultades que aparecen. Por eso, en el camino hacia una relación satisfactoria hay que aprender a afrontar todos los problemas que puedan surgir.
5 pasos para reconstruir una relación de pareja
1. Pedir perdón. No es posible empezar a reconstruir una relación de pareja sin pedir perdón por lo que se ha hecho mal. Querer reconstruir una relación sin adoptar una actitud de rectificación es una tarea complicada. Para ello, lo primero que se debe hacer es localizar el problema, aquello que ha llevado a la pareja a un distanciamiento o un enfado. Ser realista y sincero con las causas del problema es esencial para asumir, de manera justa, la culpa. Una vez que está localizado el problema, es necesaria una modificación de la conducta, además de un compromiso de transparencia para situarse en el inicio del perdón.
2. Empatizar con el otro. El siguiente paso consiste en aunar esfuerzos y aplicarlos a la construcción de la nueva relación. Para ello, hay que ser capaz de ponerse en el lugar del otro. Empatizar no sólo permite tener mayor perspectiva de la situación sino que también ayuda a comprender al otro y a perdonarle si fuera el caso. Además, el recomenzar implica hacer frente a nuevos conflictos para los que hace falta un conocimiento más profundo de la otra persona que permita no caer en los mismos fallos.
3. Reforzar los vínculos. Existen muchas cosas que unen a dos personas pero, a veces, la falta de tiempo hace que se descuiden esos vínculos, cayendo finalmente en la monotonía. Por eso, otra de las claves para lograr la reconciliación es precisamente reforzar los vínculos de la pareja, recordar aquello que los une y fomentar todas aquellas prácticas que acerquen el uno al otro. Compartir aficiones como el cine, el teatro o el deporte, no solo será una excusa para pasar más tiempo juntos, también será una manera de encontrar puntos de unión y temas de los que poder hablar en el día a día.
4. Comunicarse. Otro elemento clave en una relación es la comunicación. Actualmente, la mayoría de los problemas que se dan en una relación surgen precisamente de una comunicación deficiente: una comunicación en la que ya no se dice ni se comparte nada.
Al principio de toda relación, la comunicación es vital para conocerse y decidir si darse o no una oportunidad. En el momento de la reconciliación, la comunicación vuelve a ser de vital importancia ya que volverá a conectar a esas dos personas que, de alguna manera, habían dejado de entenderse. Es importante que las dos personas vuelvan a ser capaces de expresar sus sentimientos, pensamientos y visión del mundo a través de las palabras y los gestos, al mismo tiempo que ponen todo su interés en conocer los sentimientos y pensamientos del otro, haciendo un esfuerzo por comprenderlo mejor.
5. Perdonar. Pedir perdón es una tarea difícil pero también lo es perdonar. En este contexto hay que diferenciar entre olvidar y perdonar. Lo primero implica un acto del cerebro y lo segundo necesita de un acto del corazón. Si se olvida pero no se es capaz de perdonar, la posibilidad de que el rencor por aquel error cometido vuelva a aparecer es evidente. Normalmente, en una discusión o con la aparición de nuevos problemas se tiende a recordar aquellas cosas en las que la otra persona había fallado, y las cuales estaban, supuestamente, olvidadas.
Por eso, perdonar, es decir, comprender a la otra persona, hacerse cargo de su error y darle la oportunidad de redimirlo, será el último paso para que la reconstrucción de la relación sea posible.
Patricia Núñez de Arenas
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