Cuando hablamos de los problemas del corazón, además de referirnos a las dolencias del órgano principal del sistema circulatorio, hablamos metafóricamente de los problemas sentimentales. Ahora, el estudio National Social Life, Health and Aging Proyect, ha demostrado que la calidad de la relación en el matrimonio influye en la salud del corazón, aumentando los efectos adversos en la mujer y las personas mayores.
El estudio, financiado por los Institutos Nacionales de la Salud de EEUU y publicado en Journal of Health and Social Behavior, analizó durante cinco años datos de cerca de 1.200 hombres y mujeres casados que participaron en el National Social Life, Health and Aging Project y que tenían entre 57-85 años al inicio del análisis.
La mala calidad de la relación de pareja, un riesgo para el corazón
El objetivo de este proyecto era averiguar si se podía establecer una relación entre la calidad del matrimonio y el riesgo de enfermedades cardiacas a lo largo de un tiempo prolongado. Además, se pretendía determinar si esta relación podía variar en función del sexo y la edad, es decir, si influía más a las mujeres que a los hombres o viceversa y si los matrimonios de edad más avanzada tenían mayor o menor riesgo de padecerlas.
Para ello, el estudio incluyó una encuesta con preguntas sobre la calidad del matrimonio y pruebas de laboratorio, además de la información sobre salud cardiovascular que dieron los propios participantes como:
– Ataques cardiacos.
– Accidentes cerebrovasculares.
– Hipertensión.
– Altos niveles de proteína C reactiva en la sangre.
Así, los resultados señalaron que efectivamente, un matrimonio con problemas, que se podría considerar tiene una «mala calidad», tiene un efecto mayor sobre la salud del corazón que un matrimonio positivo. Es decir, un matrimonio donde, por ejemplo, los cónyuges son intolerantes o excesivamente exigentes el uno con el otro, formarán un matrimonio más perjudicial para la salud cardiaca que beneficioso pueda ser un matrimonio en el que los dos se apoyan y complementan.
La calidad de la relación, más importante en edades avanzadas
Este es además el primer estudio que realiza una evaluación de la salud en personas de edad más avanzada. En este sentido, y tras los resultados obtenidos en el estudio, se sugiere la necesidad de asesoramiento y programas destinados a promover la calidad marital y el bienestar de las parejas más mayores, de 70-80 años.
En esta misma línea, Hui Liu, sociólogo de la Universidad Estatal de Michigan (EE.UU) señala que, aunque actualmente la terapia de pareja se centra en su mayoría en parejas más jóvenes, «estos resultados muestran que la calidad del matrimonio es igual de importante en las edades más avanzadas, incluso aunque la pareja se haya casado con 40 o 50 años».
Así, la importancia de la calidad del matrimonio al hacerse mayores es la misma que en personas jóvenes o incluso más importante, al menos para la salud del corazón. De hecho, según indican los resultados, el efecto de la calidad marital sobre el riesgo cardiovascular se vuelve mucho más fuerte en edades más avanzadas. Por eso, progresivamente, tal como señala el Hui Liu, con el paso del tiempo, el estrés de un mal matrimonio puede estimular más respuestas cardiovasculares y más intensas debido a la disminución de la función inmune y el aumento de la fragilidad que habitualmente aparece en la vejez.
El corazón de la mujer, el que más sufre
Por otra parte, ser hombre o mujer también determina cómo influye la calidad del matrimonio en la salud del corazón. Concretamente, la calidad del matrimonio tiene un efecto mayor sobre la salud del corazón de la mujer que sobre la de los hombres, posiblemente porque éstas tienden a interiorizar sentimientos negativos y, por lo tanto, son más propensas a sentirse deprimidas y desarrollar problemas cardiovasculares.
Sin embargo, en el caso de los hombres, las enfermedades del corazón no llevan a una disminución de la calidad del matrimonio, algo que, como hemos visto, sí pasa con las mujeres. Así, mientras las esposas según se ha observado, presentan más probabilidades de apoyar y atender a su marido si está enfermero, por el contrario, los hombres presentan menos probabilidades de cuidar de sus esposas si éstas caen enfermas.
Patricia Núñez de Arenas
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