Una de las principales causas de ruptura de las parejas es la infidelidad conyugal. Esta causa supone la ruptura del vínculo de unión mutuo que existe entre las personas. Existen numerosos mitos o creencias erróneas sobre el tema de la infidelidad, mitos que se apartan de la realidad y que pueden causar más daño a una situación que ya es dolorosa. Algunas de las falsas creencias sobre la infidelidad son las siguientes:
Falsas creencias sobre la infidelidad
1. Las aventuras pueden salvar el matrimonio. Es completamente erróneo pensar que una tercera persona en un matrimonio va a romper con la monotonía y el aburrimiento. La infidelidad acaba con el amor, la confianza y el compromiso entre los cónyuges. La mejor forma de mejorar el matrimonio es cambiando la relación, no a la persona.
2. Es sólo una aventura. En la mayoría de los casos, la infidelidad pasa a mayores y se involucran más de lo que querrían en una relación con una persona distinta a su cónyuge, de tal manera que cuesta más poner fin a la relación con el amante. Cuanto más estrecha sea la relación de infidelidad, más daño causará al matrimonio.
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3. Es lógico, porque el infiel ha dejado de querer a su pareja. La desaparición de los sentimientos amorosos no justifica la infidelidad, habrá que intentar recuperarlos. Por otro lado, no es siempre este motivo el que lleva a cometer la infidelidad, sino que se suele deber a una falta de voluntad, de carácter o de capacidad para establecer prioridades.
4. La infidelidad pasa porque `falta algo. Las debilidades de las personas no deben convertirse en motivo para quebrantar algo tan serio como un matrimonio. En ocasiones, las personas se sienten que han caído en la rutina y que su vida esta vacía, y creen que la soluciones seria buscar refugio en otra persona como un amante. Otras veces son las discusiones y las crisis las que llevan a pensar que es a la relación a lo que le falta algo. Pero hay que recordar que las relaciones no son perfectas y que a pesar de las inconformidades que pueda haber en el matrimonio, tiene que prevalecer el amor entre los cónyuges.
5. El que fue infiel una vez, lo seguirá siendo. Esto es otra creencia errónea pues todos nos podemos equivocar y aprender de los errores. Cuando hay verdadero amor, arrepentimiento y voluntad para enmendar los daños, lo más lógico es que no se vuelva a repetir.
6. Separarse es la mejor solución. Son muchos los esposos que deciden enfrentarse a este problema con el perdón, volviendo a reconstruir la relación. Los investigadores demuestran que los que han sido infieles se arrepienten de haberle fallado a su pareja y a sus hijos si los hay, y una vez concluyen su relación extramatrimonial buscan volver a recuperar su familia.
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