Los cambios de humor en la pareja son uno de conflictos que más desconciertan a quienes los padecen y también a los que conviven con ellos. Suelen ser un motivo de choque y de desconcierto entre las parejas. Los afectados se sientan en las consultas describiendo una conducta que conocen de memoria. Piensan, en ocasiones, si se lo estarán inventando o serán ellos los responsables de estos cambios.
La ciclotimia tiene un marcado carácter hereditario y constitucional. Afecta a los cambios de humor en la persona y es un trastorno afectivo, que quien lo padece no lo ha elegido. El apoyo de la pareja consiste en intentar proporcionar la mayor estabilidad posible, tanto con argumentos racionales como afectivos.
Sin venir a cuento
«No consigo llegar a entender las razones por las que mi pareja cambia de humor, de opinión, de criterio. Cuál es la razón por la que se muestra tan imprevisible». Muchos trastornos de la personalidad hacen sufrir a las personas por el desconcierto que producen las conductas derivadas de ellos. Las personalidades inestables emocionalmente presentan bruscas y cíclicas oscilaciones que les llevan del interés activo a la apatía, de la alegría a la tristeza. Estos cambios producen lógicamente cambios de criterio y comportamiento a veces imprevisibles.
Estas personalidades ciclotímicas viven en continuo vaivén. Pasan de estar contentos, alegres, activos, simpáticos, cariñosos, ilusionados y optimistas, de verse capaces de todo, a sentirse abatidos, tristes, desgraciados, desilusionados, irritables, hipersensibles, descorazonados, inútiles y fracasados.
Las parejas que se quejan de desconcierto, no suelen saber a qué atenerse. Es difícil hacer proyectos, organizar viajes, plantearse objetivos a largo plazo, ya que siempre están expuestos a un cambio de opinión. También sufren porque les cuesta adaptarse a los continuos cambios de ánimo, sintonizar con ellos y compartirlos. Adaptarse para poder realizar esos deseos versátiles, no suele ser tarea fácil.
Hay que evitar que tomen decisiones importantes de forma precipitada, ayudarles a ser más realistas y objetivos en sus juicios y planteamientos, aportando otros puntos de vista. Es bueno planificar de común acuerdo los objetivos importantes, a pesar de las dificultades que vayan surgiendo, especialmente si éstas son derivadas del cambio de humor o de las ganas que han variado sin venir a cuento.
Mónica de Aysa. Máster en matrimonio y sexualidad