En el momento en el que dos personas comienzan una relación es común que ambos se sientan llenos de euforia. Esto sucede porque durante la fase inicial del enamoramiento, el cerebro empieza a generar grandes cantidades de endorfinas, oxitocina y dopamina, haciendo que se experimente una gran sensación de energía, felicidad y placer al mismo tiempo que se establecen unos vínculos afectivos y emocionales muy fuertes con la persona amada.
Sin embargo, el paso del tiempo y la rutina pueden traer consigo un enfriamiento de la relación, pero, ¿cómo reconectar con tu pareja en San Valentín y volver a sentirse como al principio? Veturián Arana, experto en bienestar aplicando el pensamiento cuántico, afirma que «no solo es posible, sino que San Valentín es una gran oportunidad para lograrlo».
Para ello, el investigador propone una serie de consejos sencillos que pueden ayudar a reconectar con tu pareja y encender de nuevo la llama en aquellas parejas que sientan que no todo refulge con el mismo brillo de los primeros tiempos.
¿El mejor regalo en San Valentín? Tiempo de calidad
Vivimos en la época de las prisas, de las tareas pendientes y de la escasez de tiempo. En cuanto llegamos a un sitio ya estamos controlando el reloj para llegar a la siguiente cita y preguntes a quien preguntes todos dirán que necesitan tiempo.
Además, según diferentes estudios, en España invertimos más de 20 horas a la semana revisando el teléfono móvil, ya sea por motivos de trabajo, en nuestros perfiles de redes sociales, viendo algún vídeo o consultando contenidos que nos parezcan interesantes.
En este sentido, una manera muy sencilla de reconectar con tu pareja en San Valentín es regalarle parte de ese tiempo. «Piénsalo, ¿cada vez que consultas el móvil es imprescindible hacerlo en ese mismo instante?» – apunta Veturián Arana – «¿no resulta más eficaz hacer menos consultas y ganar tiempo que dedicar a escuchar y a hablar con quien tienes a tu lado?»
Si hay algo capaz de hacer que una pareja recupere calidez, es dedicarse tiempo, tiempo de calidad, sin distracciones.
Expresa lo que sientes en San Valentín
Uno de los motivos más extendidos por los cuales una relación de pareja puede llegar a enfriarse es la falta de comunicación. Y dentro de ella, la más extendida es la incapacidad para hablar sobre cómo nos sentimos, qué nos ha gustado o qué ha podido molestarnos. Muchas veces, estos momentos, sumados a pequeños malentendidos o una negativa a expresarnos, pueden acabar llenando un vaso que termine por derramarse y congelar por completo la relación.
«Es muy importante dejar salir todo lo que sentimos, todo aquello que no verbalizamos o expresamos de manera clara se puede acabar enquistando», señala el experto. Si surge algún problema o incluso si sentimos unas ganas irrefrenables de decirle a nuestra pareja que la queremos, lo mejor que podemos hacer es no dejarlo para luego, todo lo que no se aborda en el instante en que sucede, puede perder intensidad o, peor, puede acabar alejándonos de la persona amada.
Cinco pequeños gestos son mejores que un gran regalo
Una de las mayores críticas que se hace al día de San Valentín es que se ha convertido en una especie de fiesta consumista en la que nos vemos obligados a invertir una gran cantidad de dinero para demostrar nuestro amor. «Eso es absurdo», puntualiza Arana. «Hay infinidad de cosas que podemos hacer de manera muy sencilla, que no requieren ningún gasto y que demuestran que de verdad disfrutamos estando a su lado: un paseo cogidos de la mano, un pequeño masaje, un abrazo o cocinar su plato favorito, son gestos sencillos que aportan más y que podemos hacer cualquier día sin que nos lo imponga el calendario», asegura el experto.
Cuidar esos pequeños gestos no ayuda solo a reavivar un fuego perdido en una relación, de hecho es uno de los consejos fundamentales para que nunca se apague. «El contacto físico genera oxitocina y dopamina, las causantes de ese sentimiento de euforia, bienestar y felicidad tan propio de los recién enamorados y, para reconectar con la pareja, es importante no dejar de lado las caricias y las expresiones de afecto» afirma Veturián Arana.
El efecto reflejo
Existen diversas teorías, como la Teoría del espejo del francés Jacques Lacan, que expresan que cuando algo nos molesta de otra persona es porque en realidad es un reflejo de nosotros mismos. Así, cuando criticamos el orgullo, la soberbia o la envidia de alguien, por ejemplo, es porque en cierto modo nos comportamos de una manera similar, pero somos incapaces de admitirlo.
Llevada a las relaciones de pareja, Arana comenta: «Si creemos que nuestra pareja no está mostrando su afecto tanto como debería, es muy posible que nosotros mismos no lo estemos haciendo y eso tiene fácil solución: no esperemos de los demás lo que nosotros mismos no estamos haciendo».
Marina Berrio
Asesoramiento: Veturián Arana. Investigador y profesor experto en bienestar
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