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Cómo replantear un verano distinto con los niños

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Este verano será muy distinto, pero hay que saber cómo replantear las vacaciones para disfrutarlas.

Este verano será muy distinto, pero hay que saber cómo replantear las vacaciones para disfrutarlas. – ISTOCK

2020 es un año distinto. El coronavirus lo ha cambiado todo, desde el confinamiento hasta lo que ha venido después. Por ejemplo, este verano será muy diferente de lo que se ha visto en otros. Si antes el periodo estival se caracterizaba por aglomeraciones y estancias lejos de casa en complejos turísticos, en esta ocasión los aforos se reducirán y, en algunos casos, ni siquiera habrá desplazamientos.

En este verano, también surgirán miedos y terrores ante el posible contagio de coronavirus. ¿Cómo replantear esta época para adaptarse a las nuevas circunstancias? La psicóloga Silvia Álava brinda varios consejos con los que vivir esta situación que dista mucho de parecerse a la que tanto niños como padres han vivido en otros años. Eso sí, sin olvidarse de la desconexión que brindan estos meses.

Reenfocar el verano

Álava es clara: «vivimos un verano completamente anómalo». Por ello la labor de los padres debe ser dotar a esta época de cierta normalidad. El primer paso por parte de los mayores debe ser la de asumir que estamos ante una situación distinta en la que pueden surgir, tanto en ellos como en los hijos, emociones desagradables. Una de ellas es la de frustración ante la imposibilidad de desarrollar ciertas actividades.

El adiós a esas vacaciones planificadas, como una visita al campamento o unos días en la playa, se desvanecen. Por ello es importante ir reconociendo todas esas emociones y dejar espacio a los hijos para que también puedan identificarlas, para que puedan expresarlas. No hay que olvidar que los niños son excelentes observadores y pronto descubrirán que algo no sigue la normalidad de otros veranos.

Miedo, crispación, y otros sentimientos negativos siguen en el aire aunque el confinamiento haya concluido. Por eso es importante explicarles lo que está ocurriendo, siempre utilizando un lenguaje que sea apropiado para su edad. Este verano debe ser enfocado al descanso, a la desconexión respecto a todo lo vivido durante el confinamiento y que ha podido causar en ellos un gran estrés y ansiedad.

Medidas de seguridad

Si bien en este verano muchos de estos viajes se cancelan, no quiere decir que no haya espacio para la diversión. En la medida de lo posible, y siempre respetando las medidas de seguridad e higiene, hay que apostar por el juego al aire libre. Para ello, los padres deben explicar muy bien las instrucciones para desarrollar estas actividades y cómo hacerlo, dejando claros pasos como el uso de la mascarilla.

Los padres también tendrán que vigilar los ritmos y rutinas de sueño, y de vigilia. En verano los horarios se vuelven más difusos, pero eso no quiere decir que haya que permitir que los niños se queden hasta altas horas de la noche despiertos. Esto supondría una alteración de sus ritmos de sueño, llegando incluso a poder alterar su estado de ánimo sin garantizar un correcto descanso.

Damián Montero

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