Según una cita apócrifa, antiguamente la península ibérica estaba tan poblada de árboles que una ardilla podía trasladarse de Cádiz a los Pirineos sin bajar al suelo. Inspirándose en esta cita, la Fundación +Árboles presentó al conjunto de la sociedad europea el proyecto «El Camino de las Ardillas», consistente en establecer un corredor ambiental por la «espina dorsal» de la Península Ibérica (desde Tarifa al sur de la cordillera Penibética, hasta MasD’Orcières, en el Macizo central Francés) que separa las vertientes Mediterránea, Cantábrica y Atlántica de los ríos ibéricos.
Mediante este corredor se pretende recuperar parte del patrimonio forestal perdido, acabar con la fragmentación de nuestros bosques y permitir una mayor movilidad de las poblaciones de animales salvajes.
El camino de las ardillas
El corredor ambiental proporcionará valor a las zonas de montaña, potenciará su cultura y patrimonio, generando ecoturismo y desarrollo rural. Para crear este corredor, se señalizará una extensa red de senderos, aprovechando antiguas vías pecuarias, pistas forestales o simples caminos vecinales, que permitirán el tránsito de aficionados al senderismo y voluntarios planta-árboles que recuperen su cubierta vegetal.
Este corredor verde nace con vocación iberista, atravesando en esta primera fase en torno a 425 municipios españoles, Andorra y cerca de 100 municipios franceses, actuando en las zonas de cabecera de los ríos peninsulares.
La Fundación +Árboles cuenta para la realización de «El Camino de las Ardillas» con un grupo de voluntarios amplio y consistente, además de profesionales que trabajan en el conocimiento del terreno para que la reforestación se pueda llevar a cabo con el mayor éxito posible. También tienen un importante papel los agricultores y propietarios de zonas de pasto, cuya misión cosiste en implementar formas de cultivo y ganaderías compatibles con la cobertura arbórea.
¿Cómo se organiza la reforestación?
La Fundación +Árboles cuenta para este proyecto con un nutrido grupo de profesionales y de voluntarios que trabajan en la elaboración de una base de datos y un Sistema de Información Geográfica (SIG), aglutinando información sobre usos de suelo, vegetación potencial, socioeconomía, ayuntamientos, puntos críticos, etc.
Con estos primeros datos se coordina una marcha inaugural que permitirá cotejar la información geográfica reunida y servirá para dar a conocer públicamente el proyecto y entrar en contacto con las autoridades locales y asociaciones interesadas en «el Camino de las Ardillas». Todos estos estudios son necesarios para acordar cuáles son los mejores terrenos para comenzar a trabajar, y qué plantas son necesarias introducir, siempre contando con el apoyo de la gente de las comarcas y lugares en los que se quiere empezar la labor de reforestación.
A estos efectos se considera especialmente importante involucrar a agricultores y propietarios de zonas de pasto para implementar formas de cultivo y ganadería compatibles con la cobertura arbórea, con sistemas tales como la Forestería Análoga.
Finalmente, se organizarán de forma regular jornadas de plantación y mejora de terrenos deforestados, o lugares en las que la masa forestal se encuentra degradada y en estado crítico; para lograr, a largo plazo el objetivo de establecer un corredor ambiental y la creciente atracción de senderistas reforestadores.
Gracias a este proyecto piloto y al peregrinaje de voluntarios, se pretende impulsar los sistemas de gestión forestal sostenible, agricultura ecológica, permacultura, forestería análoga, ecoturismo y otros planes de desarrollo rural ambientalmente responsables.
El método Nendo Dango
La Fundación +Árboles pone a disposición de las entidades culturales y medioambientales de comarcas y municipios próximos a «El Camino de las Ardillas» varias actividades interesantes como es la exposición «100 Bosques», obra del fotógrafo Kaiko, y lo talleres «Nendo Dango para reverdecer la Tierra», que pone a disposición de niños y mayores la posibilidad de aprender la técnica de Masanobu Fukuoka.
Esta actividad es idónea para espacios culturales y centros de enseñanza y tiene una gran ventaja: es muy barata y hace mucho bien a nuestro entorno. De este modo, se consigue la implicación de un gran número de personas.
Pero, ¿en qué consiste el método Nendo Dango?
Esta actividad de nombre curioso significa «bolas de arcilla» en japonés. Este método de reforestación, que permite sembrar millones de semillas a bajo coste, fue ideado por Masanobu Fukuoka en los años 60, con la idea de «mejorar la naturaleza y convertir los desiertos en bosques».
Esta técnica se conoce también como pildorización. Nendo Dango consiste en hacer bolas pequeñas de arcilla en cuyo interior se meten semillas de diferentes especies de árboles y arbustos, para después esparcirlas sobre el terreno. La capa de arcilla, una vez seca, protege las semillas, evitando que los pájaros, roedores y demás animales se las coman. Las semillas se verán liberadas de su armazón de arcilla cuando comience a llover y éste se ablande. De este modo, la arcilla cumple una doble función: protege los frutos y ofrece un lecho húmedo y rico en minerales una vez que recibe lluvia, facilitando la germinación.
Está comprobado que el Nendo Dango es un método muy eficaz de reforestación, mucho más que otras técnicas más tradicionales. Mientras que con otros sistemas sólo se consigue que un 0,2% de las semillas geminen, con el Nendo Dango se logra el 2%. Y por si fuera poco, es más barato que plantar arbolitos criados en viveros (que no por ello deja de ser una buena manera de reforestar).
El Nendo Dango es, por lo tanto, un método de siembra. Además de la arcilla y las semillas, también es útil utilizar en la mezcla fertilizante y algún repelente natural para buscar el mayor éxito posible y a lejar a animales granívoros de nuestras bolitas de barro. Las herbáceas brotan con más facilidad (primero las leguminosas, después las gramíneas) y comienzan a crear el humus que fertiliza la primera capa de tierra. Facilitan la tarea a las plantas más lentas: arbustos y árboles.
Es muy importante que haya mucha variedad de semillas y que previamente hayamos observado sobre el terreno y estudiado cuáles son las plantas autóctonas del lugar, para evitar plantar plantas «extranjeras» que difícilmente se adaptarán bien a una tierra que no es la propia. Además de plantar semillas de vegetales autóctonos, también tenemos que procurar que la tierra que utilicemos sea propia de la comarca, y si nos es posible, siempre podremos mezclar nuestra arcilla con algo de tierra del lugar.
¿Por qué es necesario reforestar?
Actualmente, una de las principales amenazas de la biodiversidad es la fragmentación de hábitats. Nuestros bosques no sólo son sensiblemente más pequeños que hace unos siglos, sino que además están aislados unos de otros, algo que dificulta la supervivencia de muchas especies. Este problema se ve agravado por el cambio climático, ya que aquellas especies que no sean capaces de migrar hacia el norte probablemente se extingan.S
hace, pues, fundamental recuperar la conectividad de los bosques que nos quedan en la Península Ibérica, facilitando la migración de sus especies emblemáticas, incluso más allá de los Pirineos y conectando así con otros corredores propuestos por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) y espacios forestales europeos hasta los montes Urales y las mesetas asiáticas. De esta manera, podrán establecerse futuros corredores biológicos secundarios, en dirección este-oeste, tanto para cadenas montañosas como para cursos fluviales u otros ecosistemas forestales de gran valor.
Además de «el Camino de las Ardillas», la Fundación tiene otros proyectos de plantación como «Bosque Lebana TAU Grupo», «Arboretum Marbella», «Bosque de Nechi Group», y «El Bosque del Corazón».
Conchita Requero
Más información: Fundación +ÁrbolesWeb: www.masarboles.es
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