Tras varios meses de confinamiento, llegó la desescalada y la llamada «nueva normalidad». Una etapa que coincide con la entrada del verano, época de vacaciones por antonomasia. Pero no hay que olvidarse de dónde venimos, de una etapa en la que las familias han hecho frente al coronavirus. Una amenaza que todavía no ha desaparecido y que en cualquier momento puede hacernos regresar a la cuarentena, si no se toman las medidas adecuadas.
Si bien es el momento de empezar a disfrutar de momentos de ocio y de disfrutar de esta normalidad, no hay que olvidar la seguridad. Toca poner en marcha varias medidas de prevención con el fin de evitar regresar a etapas previas y a un nuevo confinamiento. Para este fin, desde Save the Children, se proponen varios consejos con los que asegurar un verano tranquilo, mientras se disfrutan de las actividades.
Un verano distinto marcado por la Covid-19
Tras el curso escolar, los más pequeños de la casa buscan disfrutar de un tiempo de ocio más que merecido después de tanto desempeño. Pero este verano será distinto ante la situación sanitaria, por ello desde Save the Children, se realizan las siguientes propuestas:
– Que comunidades autónomas, diputaciones, ayuntamientos y entidades sociales amplíen la oferta educativa y de ocio de verano y prioricen el acceso gratuito de familias con bajo nivel socioeconómico a estas actividades.
– Que las actividades apuesten por un plan inclusivo, incluir tiempo de ocio y de refuerzo educativo y ofrecer espacios de trabajo psicosocial que atienda las necesidades de salud mental de los niños, niñas y adolescentes.
– Desarrollar la participación infantil. Los niños merecen tener voz para expresar sus opiniones y decisiones en los temas que les competen.
– Apertura de las escuelas infantiles en verano en aquellos territorios que se encuentren en fase 2, adoptando las medidas de seguridad oportunas.
Protocolo para campamentos
Los campamentos de verano son otro de los clásicos de las vacaciones. Unas instalaciones que abrirán sus puertas. En este año lo harán, además, bajo protocolos de seguridad y prevención como el que propone el Colectivo Nacional de Campamentos de Verano. Una lista que abarca distintos aspectos, como por ejemplo la limpieza y el mantenimiento (en donde tienen que preverse la presencia de materiales como guantes, mascarillas adecuadas a la normativa, etc.).
Los dispensadores de jabón también tendrán que estar presentes en los campamentos, así como los de papel. En esta ocasión, también se aconseja apostar por materiales desechables y un cambio de prendas después de cada labor de higienización de las instalaciones. En las zonas comunes también tendrán que estar presentes dispensadores de geles hidroalcohólicos y una limpieza exhaustiva de superficies como pomos, mesas, o sillas.
En cuanto al material usado, se tendrá que desinfectar antes y después de cada utilización por parte de los asistentes al campamento. Quedan totalmente prohibidas las actividades que impliquen compartir comida, coger con la boca o cualquier similar. En cuanto a los menús, se evitará el autoservicio y las comidas serán cerradas y adaptadas a las necesidades de cada niño.
Por parte de los niños, y monitores, ambos tendrán que desarrollar medidas de higiene como el cambio de ropa al entrar en instalaciones exteriores, así como contar con distinto calzado tanto para entrar en interior como para salir. Las distancias de seguridad tendrán que desarrollarse a través de actividades que no cuenten con la presencia de demasiados niños.
Los campamentos tendrán que asegurar, a través de una charla informativa, que los alumnos reciban la información necesaria sobre las recomendaciones de higiene y prevención. También tendrá que implantarse un control sanitario diario, con medidas como la toma de temperatura diaria, el registro diario de cada asistente y de los distintos miembros del personal.
Damián Montero
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