El ocio es una de las mejores formas de conectar con los hijos. Pasarlo bien en familia es un generador de grandes recuerdos que nunca se olvidarán. Además, durante estos momentos, también se puede aprovechar para transmitir valores como la conciencia medioambiental. Una enseñanza que tiene mucha importancia, en especial en esta época en la que el día a día se produce en las ciudades.
Tal y como indican desde la Asociación Española de Pediatría y Atención Primaria, AEPap, las nuevas generaciones han reducido su contacto con el medio ambiente que les rodea. Por ello, la misión de los padres debe ser la de dar a sus hijos otras opciones de ocio que les permitan a los más pequeños vivir de una forma más cercana nuestro patrimonio ambiental.
Ocio ambiental
Tal y como destacan desde AEPap, los padres pueden empezar a promover el ocio ambiental a través de labores de sensibilización en el entorno urbano, como el reciclaje o la disminución de residuos, pasando por la recogida de basuras en playas y entornos naturales. Los profesionales de esta asociación destaca que son varias organizaciones que ofrecen este tipo de opciones a través del voluntariado.
Programas en el que también se ofrecen talleres formativos, tareas como la recogida de colillas y plásticos de los mares y ríos, o la sensibilización de los turistas y vecinos del lugar sobre algún tema particular. Pero aún hay más, hay algunos grupos especializados en la plantación de árboles en zonas desforestadas o afectadas de alguna calamidad meteorológica o bien ayudan a reponer los protectores o tutores de los jóvenes árboles.
Enseñar a cuidar el medio ambiente
Junto con las actividades de voluntariado antes mencionadas, en casa se pueden apostar por otras actividades para concienciar sobre el medio ambiente que proponen desde Ayuda en Acción:
– Explicarles, a los niños, la importancia de un bien básico de primera necesidad como el agua es un recurso de difícil acceso en otras partes del mundo. Para ello los padres pueden practicar actividades para reducir el consumo del agua en casa:
– Insistir a los hijos para que no dejen el grifo del agua abierto mientras se están lavando los dientes.
– Hacer un uso óptimo en las tareas de aseo y limpieza.
– Enseñar a los hijos a explorar el entorno y disfrutar el paisaje, pero sin tirar ningún resto de suciedad fuera de la papelera.
– Llevar una bolsa para poder tirar cualquier resto y depositarlo en la papelera correspondiente.
– Plantar un árbol, un ejercicio sencillo pero muy significativo, no solo por el proceso de plantación sino por lo que significa el mantenimiento y los cuidados posteriores.
Damián Montero
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