A pesar de la enorme importancia de actividades como la lectura durante la infancia, también los juegos y las bromas son fundamentales para que un niño crezca sano y, sobre todo, feliz. La risa y los momentos de recreo, que proporcionan los juegos para divertirte con tus hijos, lejos de distraer, constituyen toda una fuente de energía y vitalidad para los pequeños de la casa, que necesitan del juego para desarrollar todas sus capacidades y crecer como personas.
Estos ratos de ocio a través de los juegos brindan, además, una ocasión inmejorable para pasar momentos únicos con los niños, que quedarán encantados al ver cómo sus papás también juegan y se divierten con ellos.
5 ideas de juegos para divertirte con tus hijos
Algunas maneras de conseguir pasar un buen rato con los niños es poniendo en práctica algunos de estos juegos originales que te proponemos a continuación:
1. Los almohadones más chulos. Este juego es una manera divertida y sencilla de aportar un toque original a la habitación de los niños es animándoles a confeccionar sus propios cojines, sin más material que plástico de burbujas y envoltorios de golosinas y trozos viejos de tela. Para empezar, dibujadles sobre el plástico un rectángulo de 30 x 60 centímetros, teniendo en cuenta que la pieza de plástico resultante debe ser el doble de ancha que el tamaño del cojín que queréis. Invitad a los niños a que recorten el plástico siguiendo la línea que vosotros habéis dibujado y a que después doblen el rectángulo por la mitad. Con cinta adhesiva transparente, ayudadles a cerrar dos de los lados y ya habréis elaborado toda una funda de cojín. Para terminar, dejad que los niños rellenen la funda con los envoltorios de chucherías y caramelos, y todo los materiales blandos y de colores que se os ocurran. Una vez llena la funda, doblad bien el lado que queda abierto y cerradlo con cinta adhesiva. Los niños se sentirán orgullosos del divertido cojín que ellos mismos han fabricado.
2. La flauta mágica. Enseñad a vuestros hijos que la naturaleza, además de vida y belleza, ofrece música. Si vuestra casa está cerca del campo, mejor que mejor, pero, si no es así, un parque con césped bastará para revelar a vuestros hijos las maravillas de la flauta mágica. Cuando lleguéis, cortad una brizna de hierba y, con cuidado, realizadle a lo largo una incisión limpia que no llegue a los extremos. Juntad las manos, como si fuerais a rezar, y sujetad entre los pulgares la brizna de hierba, asegurándoos de que quede tensa. Ahora, sólo tenéis que llevaros las manos a la boca y soplar, para que un divertido silbido aflore de la brizna de hierba, ya convertida en toda una flauta mágica para vuestros hijos, que ellos mismos querrán tocar una y otra vez.
3. Salto sobre cojines. Seguro que a vuestros hijos les encanta saltar sobre la cama, pero vosotros, lógicamente, no les permitís hacerlo. No obstante, sí podéis sorprenderles organizándoles toda una pista de salto, eso sí, completamente segura para ellos y los muebles de la casa. Para conseguirlo, el primer paso consiste en despejar una zona de la casa de muebles y objetos. Después, amontonad todas las almohadas, cojines, edredones, sacos de dormir y mantas que podáis, y dejad que los niños, uno por uno, cojan carrerillas y salten sobre la pila. Vuestros hijos se lo pasarán de maravilla y seguro que recordarán este juego como uno de los más guays que les han preparado sus papás.
4. El arte es divertido. Quizás muchos niños no salten de la alegría si se les dice que se les va a llevar a visitar un museo, pero los papás divertidos también saben como convertir esta actividad cultural en un juego, que les ayudará a conocer y a apreciar el arte, al tiempo que pasan una tarde muy animada. Para conseguirlo, tan sólo hay que pasar por la tienda del museo antes de comenzar la visita y adquirir cinco o seis postales de las obras de arte que se exponen en el edificio. Cuando comencéis el recorrido por el museo, los niños tendrán que localizar las obras que aparecen en sus postales y, cada vez que descubran una, se emocionarán. Si son lo suficientemente mayores, también se quedarán con el nombre y el autor de la obra. Vuestra visita al museo se convertirá así en una divertida aventura, que colmará a vuestros hijos de satisfacción personal cuando hayan encontrado todas las obras de arte.
5. Sinfonía acuática. Aprovechad una tarde que estén aburridos en casa para sorprenderles con un juego que hará que se lo pasen pipa y comiencen a sentir un profundo cariño por la música. Se trata de enseñarles a tocar canciones, siempre que tengan más de cinco años, con un instrumento muy especial: un xilofón de agua. Para ello, sólo necesitáis ochos vasos de cristal idénticos, que llenaréis de izquierda a derecha con diferentes cantidades de agua, de manera que el primero por la izquierda quede completamente lleno y el último, casi vacío. Afinad un poco el oído, y aseguraos, golpeando los vasos con una cuchara, de que los tonos están bien medidos. Después, numeradlos con etiquetas del 1 al 8 y, y el xilofón estará listo para ser tocado. Recordad que vuestros hijos han de colaborar en la elaboración del instrumento, por lo que es recomendable que, antes de empezar, coloquéis una toalla debajo de los vasos y tengáis a mano una bayeta húmeda. Algunas de las canciones que pueden interpretar vuestros hijos son «Tengo una muñeca» (5 5 5 6 5 3, 1 3 5 6 5, 4 4 4 5 4 3, 2 3 4 2 1), «Tengo, tengo, tengo» (5 5 5 5 5 3, 6 6 6 6 6 4, 7 8 7 6 6 5, 5 6 5 4 4 3), «Noche de Paz» (5 6 5 3, 5 6 5 3), «Ratón que te pilla el gato» (5 8 5 6 5 4 5 3, 5 8 5 6 5 4 5)*
Marina Berrio
Te puede interesar:
– Risas en familia: 5 ideas para divertirse con los niños
– La importancia del juego en el desarrollo del niño
– Juegos con niños para una tarde en casa
– Juegos tradicionales para divertinos con los hijos