Realizar una excursión en familia siempre es un buen plan. Ahora, descubrir Roma sin salir de España es posible a través de ocho excursiones que realizan un recorrido por la península en busca de las huellas del Imperio Romano. Hubo un tiempo en el que Hispania fue un importante enclave para este imperio. Los siglos han pasado pero todavía nos quedan magníficos monumentos.
Los mejores destinos para la familia
Los mejores destinos en España para visitar en familia los restos del Imperio Romano en la Península:
1. Casa Hippolytus (Alcalá de Henares, Madrid)
Situado en Alcalá de Henares, a este lugar acudían los jóvenes patricios para formarse en las artes y las milicias. El nombre de este edificio se debe al maestro artesano que diseñó el bello mosaico que cubre el patio y que representa una escena de pesca.
Más información: Ayuntamiento Alcalá de Henares: www.ayto-alcaladehenares.es
2. Mérida (Badajoz, Extremadura)
En esta ciudad son tantos los monumentos romanos que podemos encontrar que es difícil destacar uno por encima de los demás. Resulta muy interesante visitar el Teatro, el Templo de Diana, el Acueducto de los Milagros, el Anfiteatro, el Arco Trajano, la Presa Cornalvo, la Casa del Mitreo y el puente que cruza el río. La vecina Cáceres tampoco se queda atrás y nos ofrece el Puente de Alcántara y las Termas y el Foro de Caparra
Más información: Ayuntamiento de Mérida: www.merida.es
Ayuntamiento de Cáceres: www.ayto-caceres.es
3. Arco de Triunfo de Medinacelli (Soria)
Este monumento es el único ejemplo de arco monumental de tres vanos que tenemos en España, lo cual resulta extraño si tenemos en cuenta que eran los arcos que más se construyeron dentro del mundo romano. Su estado de conservación es bueno, aunque los adornos que posee se han ido perdiendo debido a su situación, expuesto al viento, lluvias y nevadas. En Soria también podemos visitar los restos de la ciudad celtíbero-romana de Numancia.
Más información: Patronato de Turismo de Soria: www.sorianitelaimaginas.com
4. Torre de Hércules (La Coruña)
Esta torre fue construida por los romanos como faro de navegación en el siglo I d.C. Se trata del único faro romano y el más antiguo en funcionamiento del mundo y cuenta con varias leyendas a su alredor; una de ellas cuenta que está edificado sobre el lugar en el que Hércules enterró la cabeza del gigante Gerión.
Más información: Turgalicia: www.turgalicia.es
5. Teatro y Murallas de Zaragoza
Fundada por César Augusto, la ciudad de Zaragoza está rodeada por murallas romanas del siglo I. El teatro llegó a ser uno de los más suntuosos de la Hispania romana, con una capacidad para 6.000 personas. En el siglo III comenzó su decadencia, ya que parte de las piedras que lo conforman fueron utilizadas para construir otros edificios, quedándose en el estado que podemos contemplar actualmente. Las Termas Públicas romanas también merecen una visita.
Más información: Oficina de Turismo de Zaragoza: www.zaragoza.es/turismo
6. Templo de Claudio Marcelo (Córdoba)
No fue el único templo romano que hubo en Córdoba, pero sí uno de los más importantes. Actualmente, los únicos restos que quedan del edificio son su cimentación, la escalera, el altar y algunos fustes de columnas y capiteles, y son el resultado de un proyecto de reconstrucción. Los investigadores a identificar el templo como parte del conjunto dedicado al culto imperial, esto es, a los emperadores romanos divinizados.
Más información: Patronato Provincial de Turismo de Córdoba: www.cordobaturismo.es
7. Acueducto de Segovia
Este espectacular monumento es uno de los más significativos y mejor conservados que dejaron los romanos en la península Ibérica. No es de extrañar que por ello sea el símbolo más importante para los habitantes de Segovia y que figure en el escudo de la ciudad. El acueducto conduce las aguas del manantial de la Fuenfría hasta la ciudad, recorriendo así más de 15 kilómetros.
Más información: Oficina de Turismo de la Junta de Castilla y León: www.turismocastillayleon.com
8. Anfiteatro de Tarragona
Construido en el siglo II d. C. a orillas del mar Mediterráneo, en el anfiteatro tenían lugar diversos espectáculos populares, como las luchas entre gladiadores. Posee la característica planta elíptica de este tipo de construcciones. Bajo la arena, escenario de los espectáculos, se encuentran unas fosas que servían como servicios auxiliares.
Más información: Patronato de Turismo de Tarragona: www.tarragonaturisme.cat/es
Conchita Requero