La técnica de esquí ha evolucionado mucho y ha experimentado grandes cambios en poco tiempo, lo mismo que el material y el acondicionamiento de las estaciones de esquí haciéndolas cada vez más aptas para disfrutar del deporte del esquí para niños y en familia.
Desde hace aproximadamente 20 años, las estrellas de las vacaciones invernales son las estaciones de esquí adaptadas a las familias. Un aspecto fundamental para atraer a familias con niños a la nieve y al deporte del esquí ha sido la creación de programas y servicios como Esqui en familia, donde existen propuestas de viaje invernal pensdo para familias donde además de esquiar o aprender snowboard, pueden vivir una vacaciones diferentes en la nieve.
Características de los jardines de nieve para los niños
En las estaciones de esquí para familias están muy reconocidos los jardines de nieve, zonas adaptadas para niños que cumplen dos funciones. Por un lado, permiten a los padres esquiar libremente, y por otro, ofrecen a los niños la posibilidad de inciarse en este nuevo deporte.Los jardines de nieve ofrecen a los padres seguridad sobre el control de sus hijos y comodidades para los niños. Además, deben cumplir las siguientes condiciones:
– Disponen de un terreno llano con una ligera pendiente y contrapendiente para la inciación en el esquí de los niños pequeños.
– El recinto está vallado y cerrado.
– Deben tener un control de la entrada para la identificación del niño (ficha, dorsal) y recogida de datos de los padres (alojamiento, hora de recogida).
– Goza de un refugio confortable para descansos y comidas.
– Dispone de un pequeño medio mecánico.
Cómo enseñar a esquiar a los niños
El plan de enseñanza de la escuela de esquí va a depender de la edad del niño y de sus características físicas y psíquicas, ya que son muy diferentes entre los niños de 2 a 6 años.
1. Habituarse al medio. Para familiarizar al niño con la nieve, se utiliza en primer lugar la zona llana donde se divertirán jugando en la nieve, haciendo bolas y muñecos… al tiempo que se crea un clima de compañerismo y respeto.
2. Colocación de los esquís. Al principio, se utilizan unas botas no demasiado duras que permiten a los niños moverse cómodamente. Las primeras caídas sirven de adaptación para notar lo divertido que es caer sobre la nieve blanda.
3. Remontar una pequeña pendiente. En esta nueva actividad, la madurez psicomotriz de cada niño da la pauta al instructor para usar ayudas externas como pasamanos, paja, esteras…
4. Deslizamiento. En la pendiente, el deslizamiento se debe comenzar a poca velocidad y quedará compensado con la contrapendiente. El esfuerzo de subida para los niños quedará compensado con la recompensa de la bajada.
A partir de aquí, los niños empiezan ya con la técnica alpina donde la ayuda de las formas de terreno con de máxima utilidad, y la paciencia, la repetición, la imitación y el afán de superación imprescindibles para continuar con el aprendizaje del esquí.
Aprender a esquiar: elementos para hacerlo más divertido
Su uso está en función de la imaginación:
– Palos. Su uso es muy variado, tanto para marcar los giros como para hacer puentes, como para formar grupos de bajada.
– Cuña. Permite al niño, por el solo hecho de deslizarse por ella, poner los esquís en cuña.
– Globos. Para hacer numerosos juegos: se pueden llevar de un lado a otro, encima de la cabeza, sujetos con las rodillas…
– Tobogán. El niño es llevado de un lado a otro de la pista, con lo que adquiere la sensación de giro.
– Badenes. Ayudan a equilibrarse.
– Bandera. El derrapar no es problema.
– Pedalo. La independencia del trabajo de las piernas está asegurado
Marisol Nuevo Espín
Asesoramiento: AEPEDI (Asociación de Escuelas, Profesores, y Entrenadores de Deportes de Invierno)
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