MADRID, 1 Agosto
Al menos el 12 por ciento de los niños menores de 13 años que viaja en coche no lleva el elemento de retención adecuado a su peso y edad, según explica el doctor Juan Carlos González Luque, del Comité de Seguridad y Prevención de Lesiones de la Asociación Española de Pediatría (AEP), y responsable de Investigación de la Dirección General de Tráfico (DGT).
Aunque «en los últimos años se ha producido un aumento significativo de la concienciación en torno a las medidas de seguridad de los niños en materia de tráfico», tal y como reflejan los datos de la DGT, la ausencia de estos sistema sigue siendo una de las principales causas de mortalidad infantil.
En ocasiones el problema no es que no haya un elemento de retención sino que no es el adecuado para la edad y peso del niño. Asimismo, González-Luque alerta del cambio de conducta respecto a los niños más mayores, por encima de 8 años, ya que, destaca, «es frecuente que a estas edades los padres premien a los menores con viajar sólo con el cinturón de seguridad, sin los elementos de retención que serían aconsejables. Una práctica menos segura para los niños en caso de colisión del vehículo».
Para prevenir los accidentes de tráfico, cuando se emprende un viaje, recomienda «empezar a prepararlo desde que se sale de casa y hasta que se llega al sitio de destino». Esto pasa, por tanto, «por acondicionar el automóvil con todas las medidas de seguridad necesarias para que vayan protegidos y, por supuesto, también los adultos», añade.
«Hay que adecuar el viaje a las condiciones de los niños, manteniendo descansos frecuentes. Los padres no deben consumir bebidas alcohólicas y tienen que moderar la velocidad. Un atropello por encima de 40 kilómetros es probablemente mortal», puntualiza.
Desde la asociación recomiendan utilizar siempre, tanto en carretera como en ciudad, elementos de retención (ERI) adecuados a la edad y peso del niño, a todas las edades, incluso en los niños mayores; llevar siempre a los niños en las plazas posteriores de los vehículos; y ajustar adecuadamente el ERI al vehículo y el niño al sistema de retención, teniendo en cuenta que los arneses o los cinturones del ERI deben ajustarse sobre el cuerpo del pequeño, sin holguras.
Otras de las preocupaciones de los especialistas en seguridad vial lo constituyen los comportamientos de determinados colectivos, y destaca, por ejemplo, los transportistas y el impacto en los niños de conductas reincidentes relacionadas con el consumo de sustancias por parte de los adultos.
Por otro lado, también durante el periodo estival se registran accidentes de menores peatones. De hecho, el 29% de los fallecimientos se produjo por atropellos a menores. «El desconocimiento de las vías, el volumen de tráfico y otras situaciones de riesgo incrementan el riesgo de atropello de niños». Por ello, se insiste en extremar las precauciones.
Finalmente, señala que «los adultos han de tener una actitud responsable y ejemplar, extremando el cuidado con el uso del cinturón de seguridad y el casco, con la abstinencia de consumo de bebidas alcohólicas antes de conducir y con la moderación de la velocidad en carretera y en vía urbana»