Los beneficios del deporte son incuestionables a todas las edades, siempre que estén adaptados a las necesidades y capacidades de cada persona. Tener una vida activa, junto con una dieta sana, es esencial para estar felices. Por ello es tan importante que los niños y adolescentes practiquen deporte, y los padres tenemos mucho que ver en ello.
El Grupo de Actividad Física de la Asociación Española de Pediatría recuerda que la inactividad física «supone un riesgo importante para la salud física y psíquica de cualquier persona». Así, especialmente en los jóvenes, la práctica regular de ejercicio físico «ayuda en la prevención y el tratamiento de la obesidad, enfermedades cardiovasculares, alteraciones psicológicas, desmineralización ósea y algunos cánceres».
Pero que se realice actividad física no es sólo responsabilidad de los niños y adolescentes, sino que los padres tenemos mucho que ver. Por ello, este grupo de la Asociación Española de Pediatría ha elaborado el decálogo para padres sobre la actividad física de niños y adolescentes con varias claves que no debemos olvidar.
Decálogo para padres sobre el deporte infantil
1. Recomendaciones: ¿Cuánto deporte se debe realizar? La primera clave de este decálogo nos recuerda que la realización de actividad física moderada o no vigorosa debe ser durante un mínimo de 60 minutos al día que se pueden repartir en varias sesiones. El deporte debe ser en su mayor parte aeróbico, intercalándose con actividades vigorosas para el fortalecimiento muscular y óseo tres veces por semana.
2. No al sedentarismo: Este punto es clave: cualquier tipo de actividad cotidiana es mejor que la opción sedentaria. Por ello, estos pediatras recomiendan caminar, utilizar la bicicleta o subir por las escaleras y limitar el tiempo que los niños ven la televisión o juegan con aparatos electrónicos.
3. Diversión y juego: lo mejor es que los niños y jóvenes practiquen deporte mientras se divierten y juegan. No fomentes la competición sino el compañerismo: son preferibles las actividades en grupo, divertidas y al aire libre.
4. Seguridad: por supuesto, ten en cuenta la seguridad a la hora de llevar a cabo ejercicio físico. Procura que el entorno (campo de juego, por ejemplo), sea adecuado y sin peligros, y fomenta que tus hijos respeten las normas de seguridad de cada deporte (el casco con la bici, por ejemplo).
5. En cualquier condición de salud: la actividad física puede adaptarse a cualquier situación de la persona que la practica y, de hecho, es beneficiosa en casi todos los casos. Estos pediatras recuerdan que, además, mejora globalmente el estado de salud y la evolución de los niños con enfermedad crónica y discapacidad, por lo que no te asustes si tu hijo tiene alguna enfermedad y déjale que practique deporte.
6. Hábitos: es cierto, a veces nos da pereza salir a hacer deporte (especialmente si hace mucho frío o mucho calor). Pero la práctica de ejercicio físico debe de ser un hábito saludable desde la infancia, y los padres tenemos mucho que ver en esto. Si hacemos que el deporte sea un hábito, será más fácil mantenerlo en el tiempo, echándose de menos incluso cuando no se pueda practicar.
7. Actividad prioritaria: el deporte es una actividad importante en el día a día del niño. Por ello, incorpóralo a las actividades diarias de tu hijo, como con actividades extraescolares con las que, además, estás invirtiendo en su salud.
8. Da ejemplo: es primordial que des ejemplo a tus hijos. Realiza ejercicio físico y planifica actividades en familia (como running, o excursiones) si quieres que tu hijo sea activo.
9. Hidratación: por supuesto, cuida su salud. Asegúrate de que tu hijo bebe líquido, especialmente cuando la actividad es intensa y el ambiente es caluroso.
10. Alimentación: variada y equilibrada, así debe de ser la alimentación diaria de tu familia y, por pupuesto, de tus hijos. Es el pilar fundamental sobre el que se asienta el desarrollo de una vida saludable.
Ángela R. Bonachera