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Marisa Ayllón: «Ofrecemos conocer toda la magia y esfuerzo que encierra la elaboración de un producto artesano»

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Marisa Ayllón es la fundadora de Fabricando Experiencias: la Primera Comunidad online de ocio y turismo formada por productores artesanos del país. Esta comunidad ofrece planes de ocio y experiencias (rurales y urbanas) para que las familias se diviertan, aprendan y exploren lugares desconocidos descubriendo «in situ» el origen y elaboración de un producto artesano a través de las visitas guiadas a productores.

Fabricando Experiencias tiene un fuerte compromiso social porque ofrece a las familias la oportunidad de conocer cómo se elabora un producto artesano en su lugar de origen mientras disfrutan de su tiempo de ocio con planes sostenibles, fáciles de poner en marcha y accesibles a todos los bolsillos.

¿No te parece increíble que un niño/a sea capaz de reconocer el cuadro de Las Meninas o la Gioconda (o incluso a su autor), pero incapaz de decir cuál es el ingrediente principal del queso o de dónde viene el aceite?

Marisa Ayllón cree en la necesidad actual de que TODOS (niños y adultos) tengamos la oportunidad de descubrir el trabajo que se esconde detrás de un producto artesano, porque solo se puede valorar algo así, si se conoce antes. En definitiva, Fabricando Experiencias es una alternativa de ocio para familias que buscan descubrir experiencias más auténticas, que les permitan vivir momentos para el recuerdo e inculcar a sus hijos valores como el respeto por el medio ambiente o el aprendizaje continuo.

Fabricando experiencias en el corazón del mundo rural

¿Cómo nace Fabricando Experiencias y qué fue lo que te inspiró para fundar esta comunidad digital de ocio y turismo para visitar a los productores artesanos?
Fabricando Experiencias es el resultado de como soy, de lo que me gusta y me preocupa. Por un lado, soy una persona muy observadora y desde pequeña he tenido mucha curiosidad por conocer cómo se hacen las cosas y los objetos que nos rodean. A esto se une que me encanta viajar, sobre todo por mi país, conocer las tradiciones y diversidad de cada zona. Y por otra parte, por mi entorno personal, conozco bien el esfuerzo y sacrificio que conlleva la elaboración de un producto de calidad. Sé que es un esfuerzo muy poco reconocido, porque realmente consumimos productos de manera cotidiana sin pararnos a pensar de dónde proceden y el trabajo que supone elaborarlos. Todos estos aspectos, y por supuesto mi vena emprendedora (yo llevo siendo empresaria muchos años), son los que un día me llevaron a poner en marcha esta comunidad y a dedicarme profesionalmente a este sector del ocio y turismo.

¿Por qué les falta visibilidad a los artesanos?
Llevo muchos años practicando este tipo de turismo. Visitando a productores artesanos, pero es verdad que me resultaba complicado encontrarlos. En España hay muchas pequeñas y medianas empresas artesanas que luchan por sacar al mercado un producto de calidad. La mayoría no dispone de un alto presupuesto para publicidad o marketing, les falta visibilidad y pasan inadvertidas para el viajero por desconocer que se encuentran en la misma provincia o zona que visitan. Me daba mucha rabia cuando a lo mejor cerca del lugar que estaba visitando se encontraba un pequeño taller de un artesano textil o una quesería y como no lo sabía me perdía la posibilidad de conocerle. Sabía además que igual que me pasaba a mí, existía y existe una demanda de consumidores viajeros y curiosos que buscan disfrutar su tiempo libre viviendo experiencias diferentes. Y decidí facilitar su encuentro, uniendo a los productores que querían ser visitados con personas a las que les interesaba conocer cómo trabajan. Es una manera de dar a la sociedad la oportunidad de que conocer toda la magia y esfuerzo que encierra la elaboración de un producto artesano y de que se acerque al origen de los productos, al campo, a la artesanía y al consumo responsable. Y así empecé, hace poco más de dos meses.

¿Qué tipo de artesanos están incluidos en Fabricando Experiencias y qué ejemplos de experiencias podemos encontrar y elegir?
Dentro de la Comunidad conviven productores artesanos de diferentes categorías: agricultura, ganadería, queserías, apicultura, artesanos y panaderos, entre otros.En realidad, son bienvenidos todos los productores que elaboren un producto de calidad en el que intervenga el proceso artesanal. He empezado por Madrid porque es mi provincia y donde vivo y tenemos un montón de productos de primera calidad que se elaboran aquí y que muchos de los madrileños o de las personas que viven en la comunidad no conocen.En esta primera fase podemos encontrar experiencias como:

1. Recorrer una huerta sostenible. La huerta de Madrid es una gran desconocida y está ahora en su máximo esplendor Podemos acercarnos hasta Huerta Clarita en Villa del Prado para realizar un recorrido por los mejores cultivos de proximidad de hortalizas y árboles frutales de Madrid. Los niños conocerán, de primera mano, de dónde proceden los tomates, calabacines o fresas que comen habitualmente.

2. Una propuesta muy dulce para meter las manos en la masa. En breve empezamos las visitas a dos de los mejores obradores de Madrid: Croûton Panadería y Obrador San Francisco para conocer y participar en la creación de alguna pieza de bollería o panadería artesana. Ya hemos hecho unos talleres de elaboración de pan de masa madre que fueron un éxito.

3. Acercarnos al mundo de las abejas y visitar una colmena. Aquí tenemos la oportunidad de descubrir, desde el origen, todo el proceso de elaboración de la miel. Nos ponemos el traje de apicultor para visitar a este pequeño insecto en las colmenas de Miel El Jabardo en Robledillo de la Jara (Madrid) y conocer por qué son fundamentales para la supervivencia del ecosistema.

4. Descubrir el poder hipnótico del barro. Vivimos en primera persona el proceso de transformación de un trozo de barro en una pieza de cerámica artesanal visitando el taller de Eva’s Sand, en Torrelodones. Tenemos la opción de ver cómo se hace o crear nosotros mismos una pieza de cerámica en familia.

5. Granjero y agricultor por un día. Experimentar las tareas propias de una granja o el mantenimiento y recolección de una huerta nos permite disfrutar de la naturaleza en familia y tener un contacto directo con los animales en Granja La Esgaravita, en Alcalá de Henares.

6. Conocer a las ovejas con medalla de oro. Las ovejas premiadas con la Medalla de Oro al mejor queso de oveja de España viven en Ciempozuelos. Ahora podemos conocerlas y descubrir en familia cómo viven con la visita guiada de la mano de su productor a la ganadería y quesería Marqués de Mendiola.

¿Cómo has localizado estas opciones que están tan dispersas como escondidas?
Investigando, visitando mercados agrícolas, artesanos y de producción local. Yendo a ferias de productos ecológicos, gourmet o de la Comunidad de Madrid. Y luego también por referencias de terceras personas. Con todo ello elaboré una base de datos que me sirvió para luego contactar personalmente con cada uno de los productores y poder presentarles el proyecto. Precisamente este es el punto de partida imprescindible para que se desarrolle el proyecto.

Que exista un lugar donde se encuentren todas las empresas que en este país tienen abiertas sus puertas porque quieren dar a conocer cómo elaboran sus productos.

Como he dicho antes, yo llevo muchos años visitando productores en mis viajes y solo el esfuerzo por encontrarlos era una aventura. Me he perdido muchos por no saber que se encontraban cerca de donde estaba ya que no había manera de localizarlos.

¿Ha sido fácil convencer a los productores para participar en esta iniciativa?
Ha habido de todo. Algunos lo vieron claro desde el principio. Fue como un flechazo con el proyecto porque se ajustaba perfectamente a sus valores y filosofía y estaban dispuestos a ponerlo en marcha en cuanto empezáramos. A otros sin embargo, les costó más dar el paso, no porque no les gustara, sino porque es un mercado incipiente en nuestro país y algunos productores nunca se lo habían planteado hasta el momento en que se lo propuse y les lleva un tiempo pensar y planificar cómo y cuándo hacerlo, ya que supone una planificación por su parte porque las visitas las hacen ellos mismos. Y luego, hay otra parte a los que les gustó la idea, pero prefieren incorporarse un poco más adelante, cuando vean que «no estamos locos y sabemos lo que queremos» como dice la canción. Todas las opciones son perfectamente comprensibles porque cada uno tiene su visión sobre ello y diferentes circunstancias y medios para ponerlo en marcha.

¿Cómo accede el usuario a las empresas artesanas a través de Fabricando Experiencias? ¿Qué se puede reservar y cómo hacerlo?
El procedimiento es muy sencillo para el usuario. A través de la plataforma digital www.fabricandoexperiencias.com las personas acceden fácilmente a las empresas artesanas que se pueden visitar y pueden además gestionar su reserva directamente con ellas.Nuestra labor consiste en ponerlos en contacto y ofrecer una alternativa de ocio para personas que buscan descubrir experiencias más auténticas con planes sostenibles, fáciles de poner en marcha y accesibles a todos los bolsillos. Dentro de la plataforma las experiencias están seleccionadas por categorías: agricultura, ganadería, artesanía, dulces, obradores, granjas etc. para que el usuario pueda filtrar por ellas. También tiene la opción de ver todas las que hay por provincia. Una vez eligen la experiencia rellenan el formulario de solicitud de reserva y en 24/48h el productor se pone en contacto con cada uno para confirmarle la reserva.

Excepto en algunos casos en los que el productor requiere el pago por anticipado, normalmente el abono de la experiencia se hace directamente al productor el día de la visita.

Es importante tener en cuenta que Fabricando Experiencias no es un portal de planes de ocio al uso donde todos los días se pueden hacer las mismas experiencias y se admiten grupos grandes. Es un turismo alejado de las habituales excursiones o tours en masas.Nos estamos «colando» en los lugares de trabajo de los productores: huertas, granjas, obradores, talleres y son ellos mismos los que nos cuentan cómo trabajan en su día a día. Es lo bonito del proyecto, que es auténtico y por eso mismo no se puede visitar todo durante todo el año, sino cuando el producto, su trabajo o la naturaleza lo permita. Somos nosotros los que tenemos que adaptarnos a los tiempos y tareas del productor y no ellos a la experiencia. Esa es la razón de que no se puedan visitar las colmenas en verano o que la visita a la huerta en primavera sea distinta a la que se hace en invierno, por poner dos ejemplos claros.

¿Fabricando Experiencias es otra forma alternativa de realizar turismo rural? ¿De qué manera va a beneficiar a este sector?
Así es. Queremos pasar a formar parte de la oferta turística de la zona junto a los paisajes, monumentos, museos o gastronomía. Ir un paso más allá de lo que solemos hacer cuando nos vamos de escapada rural. Buscamos dar la oportunidad de viajar también a través de los productos tradicionales de cada zona. Los productos artesanos ya no solo se compran, también se visitan. Siempre me da rabia cuando voy de viaje y entro en la típica tiendecita preciosa de productos gourmet o artesanos y veo un aceite buenísimo, mermeladas caseras, productos textiles o de decoración hechos a mano y tener solo la opción de comprar estos productos en la tienda. Yo no quiero solo comprarlos, también quiero visitarlos, conocer el trabajo que encierra y quién lo ha elaborado. Promovemos esta opción de turismo basada en descubrir rincones desconocidos en forma de talleres, obradores o espacios de trabajo de productores artesanos. Además, como he dicho al principio, son ellos mismos los que ejercen de guías y nos descubren la magia que se esconde detrás de la elaboración de su producto.Una parte de las actividades se realizan en zonas rurales. Apostamos por impulsarla difundiendo el conocimiento de actividades locales. La forma de viajar y disfrutar del tiempo libre está cambiando. Buscamos tener un contacto directo con la población local. Conocer a qué se dedican las personas que viven allí. Y una vía perfecta para conseguirlo es a través de las visitas guiadas a productores.

¿Por qué consideras importante conservar esas raíces y tradiciones, y transmitirlas a las nuevas generaciones?
En mi opinión, es fundamental para garantizar el futuro de la producción artesana, y estoy convencida de que, una manera muy acertada para lograrlo, es que los productores abran las puertas de sus huertas, granjas, obradores, talleres etc. Esto es necesario tanto para ellos, para aumentar su reconocimiento y visibilidad, como para la sociedad, porque actualmente hay un desapego con el campo, las costumbres, tradiciones. Con los productos hechos con paciencia y mimo. Hay un consumo desmedido e insostenible. Consumimos de forma masiva. Yo estoy convencida de que para preservar las tradiciones hay que compartirlas. Ya no es suficiente con elaborar un producto de calidad y trabajar de puertas para adentro.

Los productos artesanos aún no tienen el reconocimiento que se merecen.

Y si damos la oportunidad a las personas de que conozcan desde dentro y en primera persona todo el tiempo, trabajo y esfuerzo que requiere hacer por ejemplo una pieza de cerámica a mano, cultivar un producto sostenible o el proceso de curación de un queso puro de oveja cambiaríamos nuestra percepción, y con ella nuestra valoración. No se trata de responsabilizar a la sociedad de no saber valorar el producto artesano. La sociedad no tiene por qué conocer todo el trabajo que hay detrás. Pero sí que es responsabilidad nuestra darle la oportunidad de que lo conozcan. Creo que para poder valorar un producto artesano primero tiene que ser percibido como un producto cercano y accesible. Y, para que esto ocurra, es necesario conocer el trabajo que esconde su elaboración y quienes lo producen y las visitas guiadas es una manera estupenda de hacerlo posible.

¿Hasta dónde podemos llegar con Fabricando Experiencias, cubre todo el territorio nacional?

De momento, como he comentado antes, están disponibles las experiencias en Madrid, pero en breve abriremos planes en Toledo y Asturias. Llevamos solo 2 meses y vamos poco a poco porque me encargo de contactar personalmente con cada productor para contarle el proyecto y esto lleva mucho tiempo, pero no tengo prisa. Forma parte de la filosofía del proyecto, prima la calidad frente a la cantidad.En una segunda fase ya nos extendemos por otras provincias porque el proyecto está concebido a nivel nacional.

¿Existe algo parecido en otros países?
Exactamente una comunidad de ocio y turismo formada por productores artesanos como es la esencia de Fabricando Experiencias que yo sepa no. Pero es verdad que en otros países, mismamente de Centro Europa, es muy normal tener un contacto directo con los productores.Nos llevan mucha ventaja.Tú vas a países como Italia, Francia o Bélgica y es habitual poder ir a visitar una fábrica, un taller o una granja y comprarles directamente los productos. Bueno, ya lo era hace casi 30 años porque yo, por ejemplo, una de las cosas que recuerdo de mi viaje de fin de curso a Italia cuando solo tendría 15-16 años fue visitar una fábrica de cristal de Murano y otra de máscaras venecianas. Me fascinó ver trabajar a sus artesanos y en ambas compré. A partir de ahí, siempre que he viajado fuera me ha resultado muy fácil visitar a productores. Aquí nos queda mucho recorrido, pero iniciativas como este proyecto hacen más viable que los productores que quieran abrir sus puertas al público puedan hacerlo de una forma sencilla.

¿Qué hay detrás de la elaboración de un producto artesanal y por qué consideras que la experiencia puede ser tan gratificante para las familias que se apunten?
Hay vidas y generaciones de familias enteras entregadas en cuerpo y alma a su trabajo. Historias de superación que son auténticas joyas. Mucho esfuerzo, valentía y una magia que debemos conocer. Creo que los trabajos que se desarrollan desde con el corazón deben ser mostrados al mundo para que todos podamos disfrutar de ellos.Vivimos inmersos en una vorágine de Prisas, largas jornadas de trabajo, obligaciones, demasiado pendientes de la tecnología y las RRSS. Nos estamos perdiendo un poco la oportunidad de hablar cara a cara, sin una pantalla o un móvil de por medio. Cada vez es más difícil escuchar y aprender de algo sin tener que recurrir a Google para que nos conteste a las preguntas que nos surgen. Y creo que todo esto al final nos impide disfrutar de los nuestros como nos gustaría porque encima tenemos otro enemigo: el tiempo que pasa muy rápido.

¿Fabricando Experiencias es una alternativa a todo esto?
Es un proyecto auténtico, sin prisas, donde volver a sentir, tocar y experimentar. Es un turismo de experiencias donde aprendes mientras te diviertes a través de nuestras tradiciones y donde potenciamos los valores personales, el respeto al medio ambiente, pasar tiempo de calidad con la familia o los amigos. Nos da la posibilidad de disfrutar de un ocio más auténtico, de experiencias diferentes, de crear momentos para el recuerdo. Momentos de esos que todos hemos vivido cuando éramos pequeños y que se nos quedan grabados para siempre en la memoria y corazón. Ver la cara de tu hija o hijo disfrutando por primera vez de hacer su propio pan o dando el biberón a un coderito recién nacido no tiene precio. O poder pasar un rato con tu pareja o amigos conociendo el origen de la miel desde la propia colmena son momentos diferentes que no vives en un centro comercial o yendo al parque.Son experiencias que encierran valores que nos hacen crecer como personas. Creo que es fundamental pasar tiempo de ocio con los nuestros y también fomentar la curiosidad de adultos y niños.Y todas nuestras experiencias comparten este denominador común de seguir fomentando la curiosidad, que es el «chute de vitamina» necesaria para mantenernos más jóvenes y activos.

¿Este plan sostenible y divertido está al alcance de todos los bolsillos?
Eso intentamos. La mayoría de las experiencias están entre 10 y 20€ en el caso de los adultos y gratis o 5-10€ en el caso de los niños. Algunas de las que tendremos más adelante serán incluso gratuitas. Queremos adaptarnos a todos los bolsillos y que el precio no sea un impedimento para poder disfrutar de este tipo de experiencias.

Marisol Nuevo Espín

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