Tanto las primeras locomotoras a vapor, con sus vagones de madera, como los trenes más modernos (locomotoras diesel, Talgo, Trenes de Alta Velocidad, AVE..) han excitado la imaginación y los sentido de diversas generaciones de apasionados por el Ferrocarril. Sin embargo, estos monstruos de acero de varias toneladas no son, lo que se dice, «manejables» salvo para experimentados conductores y sólo después de un aprendizaje de años.
Quizá por eso, junto al ferrocarril nació la afición del maquetismo de trenes, como una manera de tener más a mano y controlado este apasionante mundo lleno de raíles, locomotoras y vagones.
Pasajeros, al tren
El modo de aficionarse al maquetismo ferroviario tiene varios puntos de partida: Quizá, el primer trenecito Ibertrén que nos regalaron de pequeños fuera el detonante; o, quizá, la visita a un museo ferroviario: o, simplemente, un viaje especial que realizamos sobre raíles… También ocurre a menudo que esta afición es heredada de padres a hijos, o de abuelos a nietos. No es raro ver cómo los abuelos manipulan sus maquetas de trenes, dando salida y entrada a los pasajeros con un banderín.
Con el maquetismo ferroviario se ha llegado a crear un mundo paralelo al real, a veces mucho más completo, extenso y… complicado. De hecho, algunos expertos han desarrollado verdaderas obras de arte en miniatura: tanto en reproducción de locomotoras, coches y vagones, como en la recreación de estaciones clásicas con sus alrededores. Pero para llegar a realizar este tipo de trabajos hay que recorrer antes un camino muy largo.
Cajas de iniciación
De todas maneras, para iniciarse en el modelismo ferroviario con poco esfuerzo, las tiendas especializadas venden diversas cajas de iniciación que contienen todo lo necesario para comenzar. Suelen venir con un tren completo con vagones, un óvalo de vías y el transformador de corriente; su precio varía entre las quince y las veinte mil pesetas las más baratas.
De todas maneras, el objetivo final de todo maquetista es llegar a construir los propios trenes y que estos funcionen. Por eso, en estadios más avanzados, es necesario tener algunos conocimientos de electricidad para montar los tendidos de las maquetas, la iluminación e, incluso, las barreras de los pasos a nivel. Algo que lleva mucho tiempo y requiere bastante paciencia, pero que produce las mayores satisfacciones.
Exposiciones y concursos
Existen numerosas exposiciones y concursos de maquetas que hablan bien a las claras de la afición que existe en nuestro país. La mejor idea consiste en acudir a alguna tienda especializada o club que se dedique al modelismo ferroviario. Allí no sólo nos ofrecerán todo tipo de información de carácter básico, sino que además nos indicarán con gran acierto cuáles son los modelos que debemos adquirir si no somos más que unos meros principiantes.
Guillermo Docabo
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