El calor sofocante de la calle, el ruido orquestado de los aires acondicionados de todo el vecindario… hace que cada vez encontremos a menos niños corriendo y jugando. El juego físico es tremendamente importante para el correcto desarrollo de nuestros hijos, tanto para su cuerpo como para su mente, pero ¿cómo podemos hacer que se interesen más por la actividad física y no abusen de la tecnología en verano?
¿Por qué es tan importante que los niños hagan ejercicio?
Existen numerosos estudios que se centran en los efectos de la actividad física, tanto en el ejercicio como en la falta de ejercicio. Todos nacen de la creciente preocupación por el sedentarismo y los problemas de salud que acarrea el abuso de las pantallas, como la obesidad o la injusta posibilidad de sufrir bullying, además de acercarles progresivamente a ciertos niveles de adicción a la tecnología.
La Organización Mundial de la Salud OMS ha afirmado, junto a datos del Children’s Museum of Minnesota, que el mero hecho de realizar 60 minutos diarios de entrenamiento puede reportar un gran número de beneficios, tanto a nivel cognitivo como a nivel físico:
– Mejoras notables en las capacidades físicas (resistencia, fuerza, flexibilidad, velocidad)
– Crecimiento de músculos y órganos vitales
– Mejora del desarrollo psicomotriz
– Aumento de minerales de los huesos
– Desarrollo del autocontrol
– Mejoras en la atención, la memoria, la toma de decisiones
– Aprendizaje de valores de tolerancia, respeto, juego en equipo y liderazgo
– Aumento de la habilidad de aprendizaje (segundo idioma, comprensión, lenguaje…)
Recuerda, además, que cuanto más tiempo pasen fuera de casa, menos echarán de menos la tecnología. Este es un recurso genial para evitar problemas a la hora de gestionar el tiempo que pasan frente a las pantallas, ya que de esta forma no les prohíbes nada, sino que les ofreces la oportunidad de olvidarse de sus dispositivos y sustituirlos por actividades igual de divertidas o más (y muy saludables).
¿Cómo puedo hacer que mis hijos se muevan?
Más deporte es igual a más salud y menos tecnología. Pero, ¿qué opciones reales tenemos los padres para motivales a dejar sus pantallas y levantarles del sofa? Estos trucos y sugerencias te darán bastantes ideas para que tus hijos te pidan salir de casa a partir de ahora:
1. Planea un viaje
La mejor opción para alejarles de casa es ilusionarles con un destino que les motive. Viajar es una de las opciones más atractivas de las vacaciones. La visita a lugares interesantes y la asistencia a distintas actividades demanda mucho ejercicio físico por su parte. Bien con amigos o con toda la familia: lo importante es que se lo pasen tan bien como para no echar de menos su rutina en casa.
2. Organiza actividades con amigos
Si no tienes disponibilidad durante las vacaciones, utiliza los fines de semana y los días festivos para organizar una jornda de camping, un día de playa, una ruta de senderismo o una fiesta en la piscina. Una gran reunión siempre es un buen aliciente para tomar el aire y hacer ejercicio, además de ser la excusa perfecta para pasar un buen rato con amigos y familiares.
3. Apúntalos a campamentos de verano
Esta es la mejor opción cuando no puedes disfrutar del verano con ellos, o cuando tienes especial interés en que aprendan un determinado talento, como los campamentos de verano de fútbol o los cursos para aprender un segundo idioma. Aprenderán, harán amistades para toda la vida, se aficionarán al deporte y fomentarán valores imprescindibles que les harán crecer como niños y como personas.
4. Juega con ellos (playa, piscina, montaña…)
Aprovecha los recursos que tienes en tu entorno para jugar este verano junto a tus hijos. Si tenéis piscina, acude con frecuencia para crear competiciones de natación o proponer juegos de agua; por el contrario, si tenéis cerca el campo propón rutas de senderismo, circuitos para hacer ciclismo o acudir a centros y pistas de deportes como tenis, pádel, fútbol, baloncesto, rocódromos…
Salir de casa para estar con los amigos haciendo ejercicio, viajando o realizando actividades en un campamento de verano es una experiencia de vida y crecimiento personal. Ayudar a nuestros hijos de esta manera a disfrutar de la vida real, y al mismo tiempo a acotar su vida virtual, puede convertirse en el objetivo práctico del verano.
Rafael Hijano García. Ertheo. Educación & Deporte.
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