Los viajes son un sinónimo del verano. Muchas familias aprovechan sus vacaciones para conocer otros lugares, o simplemente visitar a los parientes y amigos después de tanto tiempo de obligaciones y rutinas diarias. Coche, avión, barco, tren… son muchas las opciones que existen para hacer estos trayectos. Y, en ocasión, estos desplazamientos pueden causar aburrimiento por las horas invertidas.
Frente a este aburrimiento muchos padres pueden recurrir a las nuevas tecnologías como método de distracción. Sin embargo, existen muchas alternativas que pueden asegurar la diversión de todos durante los viajes. A continuación te proponemos cinco ideas para que este verano toda la familia disfrute de estos trayectos, sin caer en las pantallas y en su dependencia.
Juegos de palabras
Una buena idea para distraerse durante los viajes es recurrir a las múltiples opciones que existen en el terreno de los juegos de palabras. Desde las palabras encadenadas, hasta los trabalenguas, hay mucho en donde elegir y que además asegurarán el desarrollo intelectual de los más pequeños. Y lo mejor de todo, ningún turno será igual que otro y siempre habrá sorpresas.
¿Cuáles son las ilusiones?
Al llegar a destino habrá muchas opciones para hacer en familia. Seguro que los más pequeños han imaginado cómo serán estos días. Una buena opción es que compartan estos pensamientos y digan qué les hace más ilusión. ¿Cuál es el primer lugar que quieren visitar? ¿Hay algún tipo de comida que deseen probar? No solo hay que hacer la lista, también hay que invitar a los hijos a que desarrollen estas ideas.
Juegos de atención
El viaje estará repleto de detalles que pueden escaparse a nuestros sentidos, si no prestamos atención a ellos. Salvo que haya riesgo de mareos, hay juegos muy divertidos en donde la atención es la protagonista. Desde el clásico «veo, veo» hasta decir un color y ver cuántas cosas son capaces de identificar correspondiente a esta variedad cromática.
Juegos con cuentos
La lectura de un cuento ya es de por si una idea bastante entretenida. Pero, estas narraciones pueden dar mucho de sí. Por ejemplo, ¿has intentado alguna vez contarlo al revés? O, ¿por qué no intentar contar historias encadenadas? Por ejemplo, terminar con Caperucita Roja e intentar dar con otro ejemplo en donde aparezcan cazadores, u otros elementos en común.
Una pequeña parada
En especial, si los viajes son en coche, nunca está de más hacer un alto para abandonar el habitáculo del vehículo. Fuera pueden desarrollarse muchas más actividades en las que puede estar la actividad física. Además, los padres también desconectarán y recargar las pilas de cara al futuro.
Damián Montero
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