«¿Pero el jabón se puede hacer en casa?», se habrá preguntado más de uno. Otros sin embargo recordarán a sus madres o abuelas dando vueltas a esos aceites y sebos que mágicamente se acababan convirtiendo en jabón.
Recuperar esa tradición, pero modernizando las recetas para conseguir un cosmético que mime nuestra piel y que le proporcione los beneficios de nuestro maravilloso aceite de oliva, muy alejado de aquel jabón tosco de nuestras abuelas, es uno de los objetivos de esta maravillosa manualidad que siempre resulta muy interesante para realizar con los niños en casa, siempre que se tomen las debidas precauciones.
Precauciones al hacer jabón con la sosa y los niños
Lo primero, hay que ser conscientes de la responsabilidad con la seguridad propia y ajena al hacer jabón. Sigue cuidadosamente las medidas de seguridad que indicamos. La sosa quema la piel y, aunque cuando el jabón esté terminado habrá desaparecido del todo, durante la elaboración hay que ser muy prudentes.
Es importante que no varíes ninguno de los ingredientes de la receta ni sus proporciones. Puedes hacer más cantidad multiplicando todo por dos, o menos cantidad dividiendo todos los ingredientes a la mitad.
Ingredientes para hacer jabón casero de lavanda
– Una báscula digital (no valen las tradicionales de cocina que tienen una aguja, porque debe pesar al gramo).
– Una ensaladera grande de vidrio, cristal o acero inoxidable (No usar nada de menaje de aluminio o cobre).
– Un recipiente de plástico rectangular con tapa para usarlo de molde, debe tener más o menos 1 litro de capacidad. Valdría también una caja de madera o cartón grueso, forrada con film de plástico. Los moldes de aluminio o teflón no sirven.
– Una jarra de cristal grueso o de plástico que aguante la temperatura.
– Batidora y cucharas de acero inoxidable.
– Film plástico de cocina.
– 500 gramos de aceite de oliva virgen o refinado (fíjate que todo se mide en gramos, incluso los líquidos, esto es importante para facilitar la precisión).
– 60 gramos de sosa en polvo o escamas (siempre mejor en polvo).
– 150 gramos de agua.
– 15 gramos de aceite esencial de lavanda (de venta en herbolarios, no valen los que hay para quemadores).
¿Preparados? Vamos a empezar.
Así se hace. La elaboración del jabón casero de lavanda
Este es un jabón estupendo para todo tipo de pieles. Hay que tener en cuenta que el aceite de oliva por sí solo produce poca espuma. Estamos acostumbrados a jabones y geles espumosos y pensamos que un jabón con poca espuma no limpia, y eso no es cierto. Seguro que si pruebas este jabón te enamorarás de él.
1. Ponte los guantes y las gafas de protección y no te los quites hasta que hayas completado todo el proceso. Asegúrate también de que no haya alrededor ni niños ni mascotas.
2. En un sitio ventilado, cerca de una ventana, mezcla la sosa en polvo con el agua a temperatura ambiente en la jarra de plástico o cristal resistente, ya que la mezcla produce calor. No respires los vapores que se producen, mejor si usas mascarilla. Remueve un poco y comprueba que toda la sosa se ha disuelto. La mezcla debe quedar transparente y sin granitos en el fondo. Deja que esta mezcla se enfríe un poco en un sitio seguro donde no la pueda tocar nadie, ya que es cáustica, hasta que esté más o menos a 40/50 ºC.
3. Pon el aceite en una ensaladera o jarra donde puedas batir sin que salpique y poco a poco, añade la mezcla de agua y sosa mientras remueves con la cuchara.
4. Una vez que hayas puesto toda la mezcla en los aceites, puedes batir con la batidora a velocidad baja durante un rato, hasta que veas que empieza a espesar como una mayonesa o natillas claritas, como aparece en la foto, incluso algo menos espeso, nos vale.
Este punto se llama «traza» y puede tardar más o menos entre 5 y 15 minutos si lo haces con batidora, y hasta dos horas si lo haces a mano. En este caso puedes parar y descansar cada 15 minutos.
5. Añade los 15 gr. de aceite esencial de lavanda justo cuando lo tengas en este punto, que ya está claramente más espeso. Los aceites esenciales naturales no suelen dar alergia, pero si eres alérgico o tienes la piel muy sensible, es mejor que no pongas aroma.
6. Vuelve a mezclar y ya puedes ponerlo en el recipiente plástico que habíamos preparado como molde, y lo tapamos con su propia tapa o con film plástico (nunca con papel de plata) y lo dejamos tapado y envuelto en una manta o toalla vieja hasta el día siguiente para que no pierda calor. Verás que puede calentarse bastante las próximas horas, eso es normal y favorece la calidad del jabón.
7. Usa jabón o detergente para vajillas para limpiar el menaje que has usado, con los guantes puestos. La batidora debes lavarla con especial cuidado, y volver a lavarla al día siguiente, así si hubiese quedado algún resto, al día siguiente se habría transformado en jabón y se limpiaría con toda seguridad.
8. Entre 24 y 48 horas después de hacer el jabón, verás que ya tiene consistencia dura (más o menos como de queso manchego tierno) y puedes cortarlo en pastillas. Ahora deja tus pastillas de jabón en un sitio ventilado y seco durante cuatro semanas, girándolas cada semana para que se sequen por todas partes. Durante ese tiempo la reacción química que se produce termina de neutralizar toda la sosa, y además el jabón pierde agua y gana consistencia. Cuanto más tiempo pase secando, mejor es el jabón. Después de estas cuatro semanas, el jabón ya se puede usar. El jabón artesanal es más soluble que el industrial, por lo que necesita una jabonera de rejilla o con buen drenaje de agua. Disfrutad de vuestro primer jabón artesanal. Veréis como vuestra piel os lo agradece.
Medidas de seguridad para hacer jabón casero de lavanda
– Usar siempre guantes y gafas de protección, durante todo el proceso. También puede ser necesaria una mascarilla.
– Mucha precaución con la sosa sobre todo con los niños.
– Hay que ser exactos con las medidas, todo, incluso el agua, debe ser pesado con precisión, no valen las jarras medidoras ni las balanzas de cocina que no sean digitales.
– Trabajar con la sosa en un sitio ventilado.
– Usar siempre ingredientes cosméticos, los aceites esenciales deben ser naturales, no valen los aromas para quemador o similares.
– Evitar cualquier contacto de la sosa o el jabón con menaje de aluminio o cobre, incluido el papel de plata.
– En caso de salpicadura, lavar inmediatamente con abundante agua corriente.
Mª Isabel Zuazúa. Artesana jabonera e imparte cursos de jabón artesanal en Madrid. Autora del blog Mucha espumita.
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