Con la llegada de septiembre se acaban las vacaciones y es hora de volver a la realidad. El día a día, las rutinas vuelven a nuestras vidas y para muchos llega el momento de volver a ponerse a estudiar. Para refrescar el inglés y hablarlo sin esfuerzo es sorprendente el buen resultado que dan los juegos y las actividades divertidas con las que se aprende sin tener la sensación de estudiar.
Para que los niños sean bilingües, si cambiamos la forma de aprender y expresarse en otro idioma, creando actividades divertidas que llamen la atención, podrán soltarse y divertirse al mismo tiempo. Comenzar el año escolar, con más ilusión que nunca, es todo un desafío.
No es fácil dejar que un niño se sumerja en un nuevo idioma sin que se convierta en una obligación. Además, según el profesor de Babbel Live, Malcolm Massey, «para los jóvenes, los idiomas extranjeros se aprenden a través de la repetición y la regularidad. Este trabajo le permite al niño familiarizarse con el lenguaje por primera vez. Incluso en la escuela secundaria, hay que prestar menos atención a la gramática y la sutileza, que a las conversaciones en situaciones cotidianas que presentan a los niños a sus primeras palabras: colores, número de hijos, familia, etc».
Por tanto, la introducción de métodos lúdicos en la educación puede ser una estrategia importante para animar a los más pequeños y potenciar su aprendizaje.
5 actividades divertidas en inglés
1. Organizar un juego en una lengua extranjera
¿Quién soy?, Pictionary o Descubrir la palabra que llevo en la cabeza son excelentes juegos de adivinanzas en familia que animan a tus hijos a aprender a describir todo tipo de cosas, como animales, rasgos faciales u objetos. También es una gran oportunidad para incorporar el aprendizaje de adjetivos cualitativos.
2. Aprender cantando
Poner música en el idioma que quieres aprender mientras se conduce, se hace la maleta o se friega es una herramienta maravillosa para el aprendizaje de idiomas. De hecho, la música puede ayudar a retener las palabras y las frases de forma mucho más eficaz. El ritmo de la música, así como los patrones repetitivos de la canción, también ayudan a memorizar las palabras. Descifrar juntos las letras de las canciones es también una buena manera de combinar el aprendizaje oral y la lectura.
3. Ser presentador de televisión por las mañanas
¿Cómo? Utilizando la previsión meteorológica del día cada mañana. Consultar el tiempo juntos no sólo es una buena manera de aprender el vocabulario de las diferentes previsiones, como lluvia o sol, sino también una forma de integrar los conocimientos sobre la elección de la ropa y las actividades del día. Si el sol brilla, ¿por qué no te llevas el bañador y las chanclas para darte un baño en la playa?
4. Escribir postales o cartas
Cada vez escribimos menos cartas, sin embargo nos olvidamos de que algunos familiares o incluso amigos no viven en las mismas ciudades que nosotros. Una carta es símbolo de unas palabras que quedan en la memoria como detalles que siempre hacen feliz.
5. Salir a comer o cenar a restaurantes internacionales
Practicar cocinando o yendo a un restaurante es una buena manera de aprender el vocabulario relacionado con la comida. Aquí puedes preguntar a tus hijos qué quieren comer en el idioma extranjero y animarles a traducir los ingredientes. Para hacer una pausa cultural, ¿por qué no investigar juntos los platos tradicionales que podrían comer las culturas que hablan esa lengua?
Marina Berrio
Asesoramiento: Malcolm Massey, profesor de Babbel Live.
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