En la sociedad en la que nos movemos todos los días, tanto niños como adultos, nos vemos bombardeados continuamente por los sonidos más diversos… y estridentes. Pero quizá, no sea esto lo mejor para llevar a cabo una estimulación auditiva, ya que nuestro hijo ha de ser capaz de discriminar y dirigir su atención auditiva a los sonidos que le interesen.
Hay personas capaces de concentrarse en la lectura de un libro mientras viajan en un transporte público; otras, sin embargo, son incapaces de escuchar lo que les dice el profesor, hipnotizados por el vuelo de una mosca. ¿Cuál es la diferencia? La diferencia estriba en la capacidad de atención y la facilidad o dificultad para concentrarse.
Para conseguir aprender a prestar la debida atención es necesario saber escuchar y concentrarse en lo que nos están diciendo. Si sabemos hacer esto, tendremos muchos menos problemas para atender a las explicaciones de los profesores, a las instrucciones de nuestros padres e incluso nos sirve para no perder el hilo de una película.
Estas actividades que podemos hacer en diferentes momentos con nuestros hijos pueden servir para estimular su capacidad de escucha, mejorar su atención y su capacidad para concentrare.
Aprende a escuchar: juegos para los viajes
Un rato con nuestros hijos nos proporciona muchas oportunidades para ayudarles en su desarrollo. ¿Cómo? Pues jugando, claro. Hoy en día, el coche se ha convertido en un instrumento en el que pasamos mucho tiempo a diario… ¿No podríamos aprovechar estos viajes para jugar con ellos? Así, el aburrido paso de los kilómetros pueden llenarse de risas… a la vez que se desarrolla su inteligencia. Además, la situación la pintan calva porque nuestros hijos no pueden hacer otra cosa, ni lanzarse al televisor ni darse la vuelta y marcharse a otra habitación. Los tenemos ahí.
Por ejemplo, un juego muy divertido que les estimulará el sentido del oído, la capacidad de atención y la memoria es el famoso de: «Me voy de viaje y me llevo un peine». ¿En qué consiste? Alguien tiene que iniciar la frase, por ejemplo mamá, y el siguiente tendrá que añadir un nuevo elemento a la lista, diciendo los ya existentes: «Me voy de viaje y me llevo un peine y un cepillo», por ejemplo. Y así, todos y cada uno de la familia.
Música y canciones para estimular el oído
La música y las canciones, por otro lado, es algo de lo que no puede faltar en ningún viaje. Para que sea una actividad que estimule el oído, podemos jugar a identificar canciones por el soniquete, o por la música. Valen las de películas, series de dibujos, canciones famosas, etc. Alguien tendrá que comenzar a tararear alguna canción y los demás tendrán que adivinar cuál es. ¿Comenzamos por la de Indiana Jones o la del Rey León?
En casa: actividades para aprender a escuchar
De todas maneras, no hace falta buscar ocasiones demasiado especiales, pues en nuestro propio hogar es posible encontrar muchas oportunidades estimulativas. Podemos valernos de ciertos trucos para conseguir que nuestro hijos desarrollen su capacidad de atención y concentración, sin que ellos se den cuenta de que es un ejercicio. Por ejemplo, podemos dejarles que tomen los recados por teléfono y se los diga al hermano que no está, a papá, etc. Tendrá que esforzarse para comprender lo que se le dice y repetirlo. También podemos dejarle que llame a algún familiar para decir que vamos de visita, etc.
Cuando tengamos que mandar algo a nuestro hijo en casa, podemos hacerlo de modo que tenga que poner atención. Por ejemplo, dándoles órdenes con varias secuencias, hasta donde pueda recordar. Por ejemplo: Primero, ve a tu habitación y ordena los juguetes; segundo, trae el coche rojo que vamos a arreglarlo; tercero, avisa a tu hermano de que vamos a comer…
Beatriz Bengoechea. Psicóloga y orientadora familiar
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