La obesidad es una de las epidemias más graves a las que se enfrentan las nuevas generaciones. El crecimiento del sedentarismo y la expansión de las comidas basuras han provocado que cada vez existan más casos de sobrepeso entre los más jóvenes. Una situación que incrementa las posibilidades de desarrollar enfermedades como la diabetes tipo 2.
El riesgo de desarrollar enfermedades por culpa de la obesidad es algo que se prolonga en el tiempo. Problemas tan graves como el cáncer de colon pueden aparecer en el futuro por culpa del sobrepeso en la niñez.
Así lo advierte el estudio realizado por el Hospital Bispebjerg y Frederiksberg en Copenhague en donde se recuerda a los padres la necesidad de cuidar la salud de sus hijos desde las edades más tempranas.
Obesidad temprana
Los investigadores analizaron los casos de 61.000 hombres nacidos en Dinamarca entre 1939 y 1959. Todos sus expedientes fueron revisados tanto para analizar sus índices de masa corporal como el desarrollo de enfermedades como el cáncer de colon. Estos datos revelaron que aquellos que habían tenido sobrepeso a los 7 años de y lo mantenían en la adultez temprana tenían el doble de riesgo tenían más del doble de probabilidades de desarrollar cáncer de colon en comparación con los que siempre habían tenido un índice de masa corporal correcto.
Los investigadores creen muy interesante este hallazgo ya que abre nuevos enfoques a próximos trabajos. Britt Wang Jensen, autor principal de este estudio, señala que en el futuro se pueden analizar cómo afecta la obesidad en el desarrollo de otros tipos de cáncer para prevenirlos desde la infancia asegurando un buen peso a estas edades.
Cambios en el estilo de vida
En la prevención de la obesidad lo más importante es apostar un estilo de vida más saludable en donde se comience a incluir el ejercicio de forma habitual y dietas equilibradas, entre otros asuntos. Estos son algunos consejos para prevenir la obesidad en los más pequeños:
– Dieta equilibrada. En casa se debe cuidar la alimentación y saber qué se pone en la mesa. Se debe comer de todo y evitar los alimentos con altos niveles de grasas saturadas como los fritos.
– Mantener unos horarios de comidas. Tan importante es la variedad de comer como el hecho de hacerlo siempre a unas mismas horas ya que alterar esta regularidad hará que el organismo se descontrola.
– Cinco comidas al día. Empezando por el desayuno y terminando por la cena. A lo largo del día debe haber cinco ingestas para evitar la presencia el hambre y que se pique entre horas.
– Ejercicio. Quedarse en casa y practicar el sedentarismo es algo que aumenta el riesgo de desarrollar obesidad en los niños. Hay que apostar por un estilo de vida en el que se salga a la calle constantemente y realizar ejercicio de forma habitual.
Damián Montero
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