Las barbacoas son una de las actividades más divertidas del verano. Una opción de comer en familia, controlar lo que se pone en la mesa y asegurarse de que no hay nada que pueda poner en riesgo la dieta habitual de los más pequeños. Pero no está de más recordar algunas normas de seguridad para estos eventos y así evitar problemas derivados de este ocio.
No solo hay que recordar la importancia de realizar una barbacoa en un lugar acotado para ello. También se debe tener en cuenta que se está cocinando alimentos de una forma especial y que hay que conocer para no hacer de lo que se ponga en la mes algo dañino para la salud. Por ello, desde la Administración de Alimentos y Medicamentos se recuerdan algunos consejos para aquellos que deseen pasar un día en familia disfrutando de esta actividad.
Vigilar la temperatura
Este organismo de seguridad alimenticia recuerda en primer lugar que se ha de tener en cuenta la temperatura a la que se va a cocinar. No hay que tostar los alimentos ya que en estos casos puede aparecer acrilamida, un compuesto muy perjudicial para la salud y que favorece el desarrollo de cáncer. Otro de los ingredientes indeseables que pueden aparecer por cocinar demasiado es el almidón.
Cocinar por encima de los 120 grados incrementa la posibilidad de este ingrediente. Por lo que todo cocinero de barbacoa debe asegurarse de no quemar aquello que se cocine. Por otro lado al estar en contacto con un medio más abierto, la posibilidad de ensuciarse es mayor. Por este motivo se aconseja revisar constantemente las manos para mantener una higiene constante y no contaminar los alimentos que se vayan colocando encima de la mesa.
Otras medidas de seguridad que se sugieren son:
– No mezclar comida cruda y cocinada. Nunca usar platos donde haya habido carne, mariscos u otros alimentos crudos hasta que los hayan sido bien lavados con agua caliente y jabón. Lo que vaya siendo preparado, debe situarse en una zona limpia.
– No dejar la comida a marinar fuera ni a temperatura ambiente. Si se opta por esta forma de aliñar, la comida debe quedarse en la nevera y mantenerla en la nevera hasta que se vaya a cocinarla.
– Asegurarse de que todos los alimentos se han cocinado por completo. No está de ,ás emplear un termómetro de cocina. La carne se debe cocinarse a una temperatura interna de unos 71 ºC, en el del pollo a al menos 74 ºC. Nunca hay que dejar estos alimentos crudos por dentro.
– No dejar la comida fuera. Todo lo preparado debe consumirse tan pronto se pueda. Si se va a tardar algo más, hay que tapar los platos para evitar su contaminación en el medio exterior.
Barbacoa fría
Aquellas familias que tengan pensado una barbacoa en mitad del campo, deben saber que encender un fuego en este medio es toda una temeridad ya que esto podría derivar en un incendio forestal con terribles consecuencias. Por ello desde INFOCA proponen la «barbacoa fría«, compuesta por platos ya cocinados en casa y que llegan al campo en fiambreras evitando así que se encienda un fuego para hacer carnes y otros alimentos que precisan de cocción.
De este modo la «barbacoa fría» que sugiere INFOCA está compuesta de multitud de platos igualmente sabrosos que harán de la comida en el campo un verdadero festín seguro sin riesgo de incendio. Alimentos como tortillas, gazpacho y salmorejo, ensaladilla rusa, pasteles y por supuesto postres como tartas o flanes. Un verdadero menú que nada tiene que envidiarle a las barbacoas de carne.
Y es que como se asegura desde INFOCA esta «barbacoa fría» no tiene porque suponer menos diversión. De hecho desde este organismo se asegura que los objetivos de este plan de comida en el campo son: garantizar la diversión y aprovechar el tiempo libre mientras se mantiene la seguridad en el campo.
Damián Montero
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