El inicio del curso escolar está a la vuelta a la esquina. Toca ir cambiando las rutinas e ir adaptándose a la vuelta a la rutina. Además, el regreso a las aulas no solo supone reajustar las actividades diarias, también conlleva pensar en todas las energías que se deben tener para afrontar los retos que supone llevar una vida académica. En este punto un buen descanso y una alimentación adecuada.
De entre todas las comidas diarias quizás el desayuno sea la más importante pero a la que menos atención se presa en muchos casos. Sin embargo, no cumplir con las indicaciones de los nutricionistas supone enfrentarse a serias consecuencias. Por ejemplo la ausencia de nutrientes esenciales tal y como se explica en el estudio realizado por el King’s College de Londres.
El desayuno es la clave
Los responsables de esta investigación realizaron un seguimiento de las dietas de más de 800 niños de entre 4 y 10 años, y de otros casi 900 participantes, también adolescentes, de entre 11 y 8 años. En este trabajo se analizó la ingesta de alimentos en el periodo que abarcaba de 2008 a 2012. La intención era realizar una comparación de los niveles de nutrientes en función de las comidas realizadas.
Para tener una idea de cuál era la medida correcta, los investigadores definieron como buen desayuno el que el desayuno incluía más de 100 calorías y se realizaba entre las 6 y las 9 de la mañana. Aquellos niños que se saltaban el desayuno presentaban unos niveles más bajos de nutrientes como folato, calcio, hierro y yodo.
Además casi una tercera parte de los niños que no desayunaban no presentaban la cantidad mínima recomendada de hierro, frente a aproximadamente el 4 por ciento de los que si cumplían con esta primera ingesta. Casi el 20 por ciento de los que se saltaban esta primera comida no cumplían con los estándares de calcio recomendado para los estudiantes.
Mejorar el desayuno
Este estudio supone otra prueba de los efectos negativos que saltarse el desayuno o realizar esta comida de forma deficitaria. Para evitar estos problemas, aquí te dejamos unas ideas para mejorar esta ingesta de alimentos que tan importante es para los más pequeños, y los mayores, de cada hogar:
– El desayuno en familia mejora la calidad del mismo. El 40% de los niños españoles desayuna solo.
– Evitar saltarsee el desayuno. El desayuno es la comida más importante del día. Un 8% de los niños mayores de 6 años no desayuna de forma diaria, lo que podría repercutir negativamente en su desarrollo.
– Alimentos saludables en el desayuno. Un 12% de la población se ha visto obligada a cambiar los hábitos de desayuno de sus hijos desde el inicio de la crisis económica. De ellos, el 39% que asegura que desde el inicio de la crisis consumen más repostería casera, frente a la procesada (13%).
– Evitar la bollería industrial en el desayuno. El 32.6% reconoce dar a sus hijos una pieza de bollería todos los días, siendo un 65% de ésta bollería industrial.
– Convertir el desayuno en saludable. 2 de cada 10 padres dan más importancia a que el desayuno sea sencillo, sabroso o divertido a que sea saludable.
– Fruta, lácteos y cereales. Un buen desayuno. Solamente el 11% de los padres encuestados asegura dar fruta a sus hijos en el desayuno, a pesar de que un 56% considera que la fruta es el tercer elemento más importante después de los lácteos y los cereales.
– Moderar la ingesta de grasas en el desayuno. El 48% de los padres con niños mayores de 4 años cree que no es saludable que el desayuno contenga grasas. De los que consideran que sí lo es, un 73% prefieren la margarina, frente a un 27% que elige el aceite de oliva.
– Alimentación variada. Un desayuno sano y equilibrado es esencial para el control de peso. Sólo un 10% de los padres consideran que su hijo no mantiene una alimentación variada y equilibrada, e incluso un 13% saben que sus hijos tienen un peso superior al recomendado. Esta cifra se eleva al 18% en el caso de los niños mayores de 6 años.
Damián Montero
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