La tartamudez es un trastorno que afecta a la fluidez del habla. Comienza durante la niñez y, en algunos casos, dura toda la vida. La mayoría de las personas repite algunas palabras de vez en cuando y eso no constituye necesariamente un problema. Sin embargo, cuando esta disfunción persiste puede dificultar la capacidad de comunicación de las personas que lo padecen.
Por eso, con motivo del Día Internacional del Conocimiento de la Tartamudez es necesario recordar las claves para tratarla y mejorar la comunicación.
El inicio de la tartamudez en los niños
Los niños dan sus primeros pasos en el lenguaje a la dos o tres años de edad. En esta etapa, es normal, sobre todo entre los tres y los cinco años, que se produzca una pequeña tartamudez o disfemia evolutiva en los niños. En estos casos, los padres no deben alarmarse si su hijo presenta trabas para hablar, es algo propio de la edad que terminará desapareciendo. De hecho, los expertos aconsejan no llamar la atención a los niños cuando se traben porque, en vez de ayudarles, podemos estar contribuyendo a empeorar la situación desencadenando una disfemia crónica que, además, afectará a su autoestima.
Sin embargo, si el problema persiste desde los cinco años en adelante, los padres deben acudir a un especialista o logopeda para poder manejar la situación. Un equipo de psicólogos y terapeutas deberán ser los encargados de enseñar al niño a manejarse de la mejor manera posible. El papel de los padres será igualmente importante durante este proceso en el que el niño necesitará el respaldo y la confianza de las personas que le rodean, y antes del diagnóstico ya que, la detección temprana de este trastorno, será clave para que avance en un futuro.
¿Cómo tratar la tartamudez desde la infancia?
Aunque la tartamudez no tiene una solución definitiva, es necesario conocer algunas pautas para tratarlo de la mejor manera posible. Ahora, con motivo del Día Internacional del Conocimiento de la Tartamudez, se pone de relieve la importancia de tratar correctamente la tartamudez y conocer algunos consejos para mejorar la comunicación con las personas que lo padecen.
En primer lugar, es necesario conocer los programas de tratamiento para las personas que tartamudean. La mayoría de estos tratamientos son de comportamiento, es decir, están diseñados para enseñar a la persona destrezas o comportamientos específicos que le ayuden a obtener una mejor comunicación oral. Algunas de las prácticas más efectivas son:
– Controlar o vigilar el paso al que hablan.
– Aprender a decir las palabras de una manera un poco más lenta y con menos tensión física.
– Aprender a controlar o vigilar la respiración.
– Practicar utilizando oraciones y frases cortas a un paso más lento de lo normal, hasta lograr expresarlas con facilidad y sin interrupciones.
– Aprender a expresarse con mayor facilidad y rapidez, en oraciones más largas y en situaciones más retadoras hasta poder hablar con facilidad y de manera natural.
– Sesiones de mantenimiento, una vez terminada la intervención formal, para evitar las recaídas.
Patricia Núñez de Arenas