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La risa, ¿cómo procesamos el sentido del humor?

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La risa es un gesto innato al ser humano que todas las culturas asocian con un estado de alegría y felicidad.  Exclusivo y propio de la humanidad es el sentido del humor, un sistema que nos permite reírnos con distintas situaciones, juegos de palabras, chistes… y que depende directamente del funcionamiento de una región del cerebro.

Con motivo del Día Mundial de la Risa, que se celebra desde hace 20 años el primer domingo de mayo, analizamos la capacidad de reirnos, algo que no es exclusivo del ser humano, ya que se ha comprobado que algunos primates o las ratas, por ejemplo, también pueden hacerlo.

La risa, el humor y el síndrome de la risa patológica

–   El humor está íntimamente ligado al sistema de placer del cerebro.

–   El sentido del  humor se origina en un región del cerebro llamada ‘central de detección de errores’.

–   Existen hasta 16 tipos de sonrisas y risas, y risas verdaderas y falsas.

–   La risa verdadera es muy beneficiosa para nuestra salud mental y física: el sistema inmune, el umbral del dolor, el sistema vascular y el bienestar psicológico se fortalecen.

–   La risa patológica puede estar provocada por el estrés, la ansiedad, la tensión o como consecuencia una lesión neurológica.

La risa, así procesa el cerebro el sentido del humor

¿Por qué nos reimos? Desde que nuestro cerebro percibe algo gracioso hasta que nos reímos pasan muchas cosas. Actualmente, gracias a las nuevas técnicas de neuroimagen, los neurólogos han detectado que tres etapas, que implican a varias regiones encefálicas:

1. La percepción de la incongruencia sorpresiva por parte de la región prefrontal dorsolateral y la unión temporoparietal del hemisferio dominante.

2. La activación del circuito de la recompensa y liberación de dopamina.

3. El cese de la desinhibición frontal no dominante que conduce a la risa.

Según explica el Dr. Manuel Arias Gómez, Coordinador del Grupo  de Estudio de Humanidades e Historia de la Sociedad Española de Neurología (SEN),» cuando en lugar de la racionalidad cognitiva que nuestro cerebro espera percibir,  lo realmente percibido es una incongruencia, se origina una controversia que, al ser detectada por el cerebro, éste se auto-recompensa. Y lo hace liberando dopamina, un neurotransmisor que nos produce sensación placentera. Es decir, el humor está íntimamente ligado al sistema de la recompensa que también se activa con la comida, el sexo, las relaciones sociales y en las adicciones».

Todos somos capaces de reir

Incluso las personas sordas o ciegas que nunca han oído o visto la risa también pueden hacerlo y los bebés comienzan a esbozar sonrisas a las cinco semanas de vida. Sin embargo, cada uno de nosotros nos reímos de un modo particular y personal. Y es que según señala el Dr. Marcos Llanero Luque, Coordinador del Grupo de Estudio de Neurogeriatría de la Sociedad Española de Neurología (SEN) «el humor está íntimamente ligado al desarrollo cognitivo; por eso, las personas de edades distintas se ríen de cosas distintas. También está relacionado con la época y la cultura en la que vivamos y, por supuesto, con el carácter de cada individuo en particular. Además, las técnicas de neuroimagen también han visto que hombres y mujeres tienen distintas formas de procesar el sentido del humor«.

«Investigaciones de Richard Wiseman llegaron a señalar que las mujeres se ríen más y disfrutan más del humor porque la risa activa más en ellas dos áreas concretas del cerebro: las del lenguaje y las de memoria a corto plazo que, a su vez, tiene que ver con la forma en la que se gestionan las emociones. También señalaron que la inteligencia fluida y la capacidad creativa son capacidades que nos ayudan a tener un mayor sentido del humor», señala.

16 tipos de sonrisas y risas

¿Sabías que exiten hasta 16 tipos distintos de risas y sonrisas? Paul Ekman fue el autor de esta curiosa distinción, pero fue el neurólogo Guillaume Duchenne el primero en describir cómo diferenciar la risa verdadera de la falsa.  Duchenne determinó que cuando una persona muestra una risa forzada es habitual que olvide contraer los músculos alrededor de los ojos. «Neurológicamente esto es posible porque los músculos de la cara pueden ser movidos por dos partes diferentes partes del cerebro. Por un lado, las áreas motoras del cerebro, que son capaces de producir gestos conscientes y por otro, las zonas cerebrales responsables de las emociones que, en esta ocasión de forma involuntaria, también conectan con los músculos de la cara para producir expresiones que reflejan una emoción», destaca el Dr. Marcos Llanero.

La risa verdadera es beneficiosa para la salud

Algunos de los principales beneficios de la risa para la salud son:

1. Reduce el estrés y eleva el estado de ánimo
2. Fomenta el bienestar psicológico.
3. Estimula el sistema inmune
4. Incrementa el umbral del dolor
5. Acelera el ritmo cardiaco y aumenta el aporte de oxígeno al cerebro.

Algunos estudios han llegado a firmar que las personas risueñas tienen un 40% menos de problemas vasculares y que viven 4 años y medio más de media. Por otra parte, los estudios del neurólogo Scott Weems concluyeron que el humor nos hace más inteligentes, porque es una forma de ejercitar nuestro cerebro.

El síndrome de la risa patológica

La otra cara de la moneda es que la risa también puede estar provocada por el estrés, la ansiedad, la tensión, o bien puede ser consecuencia una lesión neurológica. «Puede ser un síntoma indicativo de patología cerebral cuando se presenta sin un estímulo específico, no se relaciona con un cambio afectivo o si su intensidad y duración están fueran de control. Es lo que se conoce como síndrome de la risa patológica, que también se puede trasformar en llanto o alternar ambos procesos», señala el Dr. Manuel Arias.

Algunas enfermedades como esquizofrenia, síndrome de Angelman, demencia, epilepsia, ictus, esclerosis múltiple, ELA, Parkinson o tumores cerebrales… pueden ser causas del síndrome de la risa patológica que puede manifestarse o bien como un inmotivado sentimiento de regocijo o como una disociación emocional voluntaria. En estos casos, la risa es un indicador de que existe algún problema en nuestra salud.

Ana Pérez Menéndez. Sociedad Española de Neurología

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