MADRID, 13 Julio
Las mujeres se están preocupando cada vez más por tener un hábito alimenticio saludable que por cuidar su apariencia física, según ha asegurado la fundadora y directora de ‘Madrid Woman’s Week’, Carmen M. García, durante el coloquio ‘Nutrición óptima y vida sana’.
Y es que, actualmente las mujeres están «más convencidas» en llevar un modelo de vida saludable que en contar calorías aunque, ha comentado la experta, en muchas ocasiones las dietas que se realizan «carecen» de vitaminas y de minerales esenciales.
Por este motivo, Martínez ha recordado que la dieta equilibrada hay que «empezarla» en la compra y ha destacado la importancia de que los hábitos saludables se inculquen de padres a hijos ya que es en la infancia y adolescencia cuando más se marcan determinadas rutinas alimenticias.
Asimismo, ha subrayado la necesidad de tomar el desayuno para la activación metabólica, recordando que si no se realiza esta comida se pierde un 15 por ciento menos de calorías. En este sentido, ha señalado la importancia que tiene el agua en la dieta equilibrada y ha recordado que la fruta y los vegetales son los alimentos que mejor mantienen las vitaminas.
«La mujer ha cambiado sus hábitos alimenticios por las exigencias de la vida actual que le obligan a aumentar el esfuerzo por mantener una vida saludable. Y, no es un problema de desinformación ya que tenemos conocimientos y herramientas suficientes para llevar una buena alimentación, pero en la práctica lo hacemos mal», ha comentado la experta.
Además, para llevar hábitos saludables ha aconsejado no dejar pasar más de cuatro o cinco horas entre cada comida, cenar alimentos que reparen los tejidos corporales, intentar elegir comidas elaboradas y naturales frente a los industriales y realizar una dieta adaptada a las necesidades personales sobre nutrición.
«Una alimentación adecuada es la base de una prevención frente a enfermedades y otros trastornos. Por ello, hay que hacer entre cuatro y cinco comidas al día para estar sanos y cuidar la figura, ya que saltarse una comida supone más hambre y necesidad de saciarse en la siguiente comida, en la que todo lo que no necesitemos se almacenará directamente en los depósitos de grasa», ha indicado.
Por último, la experta ha informado de algunos trucos para evitar la ingesta excesiva de comida como, por ejemplo, beber un vaso de agua antes de comenzar a comer, masticar más cada bocado, descansar el tenedor después de cada ingesta, beber líquido entre bocado y bocado, contar e ir más lento en la masticación.