El glaucoma es una enfermedad ocular que constituye una de las principales causas de ceguera en el mundo desarrollado, aunque lo que mucha gente desconoce es que el glaucoma puede ser evitable. Acudir al oftalmólogo para las revisiones oculares, al menos una vez al año, es muy importante a partir de cierta edad para detectar a tiempo el glaucoma, sobre todo, si existen antecedentes familiares.
El glaucoma, qué es y cómo se desarrolla
El glaucoma se produce por un aumento de la presión sanguínea que daña el nervio óptico y provoca una pérdida progresiva de la visión. En concreto, se pasa de una visión periférica a una visión muy reducida, de forma que la persona tiene la sensación de ver a través de un tubo.
En la mayoría de los casos, esta alteración visual se produce de forma gradual e indolora, por lo que muchos pacientes no la detectan hasta que ya es irreversible. De ahí la importancia de acudir a las revisiones periódicas con el especialista.
Tipo de glaucoma y síntomas
Existen dos tipos de glaucoma y su sintomatología varía en cada caso.
1. El glaucoma crónico es la forma más frecuente y el que es asintomático hasta llegar a un nivel avanzado que es cuando se produce la pérdida de visión.
2. El glaucoma agudo, que es mucho menos frecuente, se caracteriza por un dolor intenso repentino que rodea al ojo a la vez que disminuye la visión. En algunos casos se puede acompañar de dolor de cabeza, náuseas y vómitos.
Tratamientos para el glaucoma, evita la ceguera
Los tratamientos actuales van desde la utilización de gotas, a el empleo del láser que permiten la reducción de la presión intraocular y la cirugía, que como último paso, consiste en en ampliar la zona de salida del fluido intraocular mediante la creación de una válvula de escape o mediante el implante de una válvula de drenaje artificial.
Asesoramiento: Servicio Oftalmología del Hospital La Milagrosa, de Madrid.