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Comer sano también en vacaciones

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Durante las vacaciones nos olvidamos de la rutina, somos más permisivos y solemos relajarnos ante el cumplimiento de las normas. Pero no hay que olvidar que los niños han de mantener unos hábitos alimentarios saludables también durante el verano. Al buen tiempo debemos unirle una buena alimentación rica en fruta y verdura.

Los últimos datos de obesidad infantil en España son alarmantes: el 21,7 por ciento de niños entre 3 y 12 años tiene sobrepeso y de ellos, el 7,3 por ciento son obesos. La Asociación para la Promoción del Consumo de Frutas y Hortalizas “5 al día” se ha puesto en marcha y quiere recordar a las familias la importancia de proporcionar a los niños cinco raciones al día de frutas y hortalizas para conseguir una alimentación equilibrada.

Alimentos refrescantes y saludables para los niños

– Frutas de temporada. Las podemos presentar partidas en trozos, en macedonias con zumos o en yogur para que resulten aun más apetecibles a los niños. Son dulces para ellos y poseen gran cantidad de vitaminas y minerales, necesarias para su crecimiento y desarrollo.

– Verduras de la estación. En cremas frías o templadas, en gazpachos o salmorejos… Las verduras son un primer plato completo y nutritivo.

– Helados y sorbetes. Es importante que sean caseros. Hacerlos en casa es fácil: elige la fruta, leche, yogures, una batidora, un molde y al congelador.

Cómo evitar el aumento de peso en los niños

– Da ejemplo. Para que los niños coman sanos, debemos hacerlo nosotros primero.

– Aprovecha la fruta y verdura de temporada. Proporciona a los niños al menos cinco raciones diarias alternando fruta y verdura. Además de ayudarles en su alimentación, será una buena solución para combatir el calor propio de estas fechas, ya que la fruta aporta un alto contenido de agua y electrolitos. Hacer que participen los niños en la elección de frutas y hortalizas a la hora de hacer la compra y a cocinar les ayudará a incorporar estos alimentos con naturalidad en su vida.

– Empieza el día con un buen desayuno. Un desayuno completo: fruta, lácteos bajos en grasa y pan integral, proporcionará a los niños una cantidad alta de fibra, vitaminas y minerales y menos grasa que la bollería industrial.

– Evita que piquen entre horas. Y si lo hacen, ofrece a los niños fruta fresca para comer.

– Respeta los horarios también en verano. Distribuye los alimentos en tres comidas principales: desayuno, comida y cena; y dos más ligeras: meriendas.

– Respeta la digestión. Se debe de esperar al menos una hora y media después de comer para el siguiente chapuzón en la piscina. Un corte de digestión puede ocasionar dolor abdominal, náuseas, vómitos y pérdida de conocimiento.

Noelia de Santiago Monteserín

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