La pirámide alimentaria es la mejor referencia para averiguar si tus hijos siguen o no una dieta equilibrada. Los niños crecen más rápido que los adultos, y esto, sumado a la cantidad de energía que derrochan da lugar a que la vigilancia de su dieta tenga que ser una tarea fundamental.
La dieta de los niños debe ser completa y equilibrada, aunque cada niño deberá comer en función de su complexión y su salud. Una alimentación saludable aporta al niño los nutrientes necesarios para su crecimiento y desarrollo, pero además, es capaz de prevenir y mejorar la situación clínica de algunas enfermedades como cardiopatía isquémica, hipercolesterolemia, diabetes, cáncer, obesidad etc.
Los niños imitan las costumbres de las familias, por eso es muy importante que los padres enseñen hábitos alimentarios saludables y que prediquen con el ejemplo.
¿De qué se compone una dieta equilibrada?
1. El día tiene que estar compuesto por cinco o seis comidas: desayuno, media mañana, comida, merienda y cena. Es lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de hablar de una dieta equilibrada para los niños.
2. El desayuno es la comida más importante por ser la primera del día y la que nos aportará gran parte de la energía que utilizaremos. Por eso es muy importante que los niños hagan un desayuno sano y abundante.
3. Es importante que los niños coman de 3 a 5 raciones diarias de hidratos de carbono, que están presentes en el pan, la pasta, los cereales, las legumbres y las patatas.
4. Hay que incluir también en sus comidas 2 raciones de pescado o carne diarias, que son fuente de proteínas. El 15% de las calorías totales de nuestra dieta deben ser proteínas.
5. Cuatro o cinco piezas de fruta y verduras al día deben ser básicas en la dieta de los niños.
6. Una ligera cantidad de grasas, preferiblemente en forma de aceite de oliva.
7. Ingesta de agua adecuada, evitando las bebidas gaseosas. También es bueno incluir zumos o batidos como bebidas para los niños.
¿Qué aportan los alimentos?
– Los hidratos de carbono son necesarios para aportarles la energía suficiente y para regular el metabolismo de las grasas.
– Las proteínas sirven para la conformación de los órganos y los tejidos, y favorecen la estructura de los músculos y huesos. Además, tienen un rol fundamental en las reacciones químicas de las distintas funciones corporales y en la defensa del organismo.
– Los azúcares que aporta la fruta son fundamentales en la dieta de los niños, debiéndose evitar aquellos que proceden de bollería, chocolates o caramelos. Además, aportan vitaminas y sales minerales.
– Las grasas son otra fuente principal de energía pero debe cuidarse su exceso.
– El agua es necesaria para que todas las funciones de su organismo marchen adecuadamente
Ana Vázquez Recio
Asesoramiento: Pedro Toranzos. Director de la Clínica Prodieta, farmacéutico por la Universidad de Navarra, diplomado en Dietética y Máster en Nutrición.
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