La Semana Santa trae consigo muchas cosas. Desde la oportunidad de salir de vacaciones en familia o de disfrutar de una escapada con los niños, hasta cientos de tradiciones y procesiones por las calles de toda España. Pero no solo eso, y es que si hay algo que destaca de la Pascua es, precisamente, la gastronomía típica, como los dulces de Semana Santa. ¡Hacen la boca agua!
De las torrijas a la leche frita, pasando por muchísimos platos típicos de las diferentes zonas de España. ¿Los conoces todos? Te traemos una pequeña selección de los mejores dulces de Semana Santa con pequeñas indicaciones para elaborarlos, aunque al ser platos muy caseros cada casa los hace de una forma diferente. ¡A disfrutar!
Torrijas por Semana Santa
Las torrijas son el dulce más típico de la Semana Santa. Consiste en una rebanada de pan (habitualmente de varios días) que es empapada en leche o vino con miel y especias, y, tras ser rebozada en huevo, se fríe. Después se aromatiza con canela y, en algunas ocasiones, con algún licor. También se endulza con miel, azúcar o almíbar.
Leche frita en Pascua
La leche frita es otro de esos dulces imprescindibles en estos días. Pese que hay diferentes formas de elaborarla, por lo general se cuece la leche con azúcar, canela en rama y cáscara de limón. Al mismo tiempo, se mezclan azúcar, harina y yema de huevo, a lo que se le añade la leche templada para cocerse a fuego lento.
Tras obtener una masa espesa, se pone en una fuente (previamente untada con mantequilla o aceite) y se deja enfriar para después cortar en porciones (alargadas, cuadradas, etcétera). Una vez fría la masa y cortada, se reboza en harina y huevo batido y se fríe. Se toman con azúcar y canela espolvoreadas.
Pestiños, una receta básica para la Semana Santa
Los pestiños son también muy sencillos de preparar, y el resultado es exquisito: se mezcla harina con aceite y vino blanco y se remueve hasta que quede una masa fina. Se pasa todo a una mesa enharinada (para que no se pegue) y se deja reposar media hora cubierta con un trapo.
Una vez pasa el tiempo, se extiende la masa con el rodillo y, cuando tenga el grosor de una moneda, se corta en tiras de unos cinco centímetros de largo por tres de ancho. Se vuelve a dejar reposar en una tabla enharinada. Tras esto, se fríe en una sartén con abundante aceite y, una vez dorados y crujientes, se escurren y pasan por una mezcla de miel con un poco de agua. Al enfriar se le echa aceite en polvo y… ¡A comer!
Flores de Semana Santa
Las flores son también muy típicas casi de cualquier época del año, pero especialmente de la Pascua. Lo único necesario es tener el molde para poder hacer estas flores, que se puede adquirir en ferreterías. Para elaborarlo se pone a hervir leche con canela en rama unos minutos y después se deja enfriar con la rama de canela dentro. Una vez fría, se retira la rama y se mezcla con huevos batidos.
En un bol grande se pone harina, azúcar y sal y se va agregando poco a poco y sin dejar de mover, la mezcla anterior. Entonces calentamos el aceite en una sartén honda. Introducimos en ella el molde, que tiene un mango, hasta que esté bien caliente: en este momento lo sacamos de la sartén y, rápidamente para que no se enfríe, lo metemos en la masa hasta que se impregne y lo volvemos a meter en el aceite, que debe estar bien caliente.
Cuando la masa se despegue del molde, lo retiramos, y dejamos que la flor se fría hasta que esté dorada. La sacamos y la dejamos escurrir para que suelte el aceite sobrante, y así continuamos hasta terminar la masa.
Mona de Pascua
La mona de Pascua es un alimento típico de Murcia, Valencia, Cataluña y Castilla-La Mancha. Asimismo, también hay un alimento similar que se toma en Asturias y Galicia. Como se toma en tantos lugares, existen muchas variedades diferentes para cada uno. Aquí te dejamos una receta de las muchas que hay
Ángela R. Bonachera
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