En España, uno de cada 10 niños sufre asma, una enfermedad caracterizada por la dificultad para respirar y que se produce cuando los conductos por los que entra y sale el aire de los pulmones (los bronquios) se estrechan. Te contamos todo sobre ella y qué hacer si tu hijo sufre una crisis asmática, muy común en los niños que sufren esta enfermedad y de la que no hay que preocuparse si sabemos actuar.
Es muy común que los niños con asma intercalen episodios de tos y dificultad respiratoria con otros periodos en los que no tienen molestias. Asimismo, por lo general el asma aparece en edades tempranas: más de la mitad de los casos se inician antes de los 10 años, según explican desde la Asociación Española de Pediatría (Aeped).
¿Por qué se produce la crisis asmática?
Estos mismos pediatras explican que hay varias causas que derivan en las crisis asmáticas en niños con asma. Por un lado, la causa más frecuente suele ser un resfriado común o un catarro, pero hay también factores irritantes.
El humo del tabaco y la contaminación ambiental también pueden acabar generando asma. Además, en los niños con alergia, la exposición a sustancias a las que son sensibles (como ácaros del polvo de casa, o el polen) pueden producción la inflamación bronquial que deriva en el asma.
Los síntomas de una crisis asmática
Los síntomas de la crisis asmática son muy claros: normalmente se da un episodio agudo de tos, ahogo y opresión en el pecho, aunque lo más característico son los ruidos en el pecho, que comúnmente se conocen como «pitos». Estos síntomas acostumbran a empeorar por la noche y con el ejercicio.
Por otro lado, hay ocasiones en las que las crisis asmáticas son la primera manifestación de esta enfermedad por lo que, aunque no es lo más habitual, conviene estar atentos.
Qué hago si a mi hijo le da una crisis asmática
Las indicaciones para las crisis de asma son muy simples: mantén al niño en reposo, en un ambiente tranquilo y sin humo, y mejor sentado. Es necesario tratar los síntomas con medicamentos que abren los bronquios (broncodilatadores) en cuanto se detectan y no esperar a ver cómo evolucionan.
Tan sólo hace falta que vayas a urgencias si el niño tiene importantes dificultades para respirar o se oyen esos ‘pitos’ con mucha claridad; si está somnoliento, muy irritable o no puede hablar; si ves que no responde al tratamiento o si se pone pálido o morado.
El tratamiento del asma
Los medicamentos que abren los bronquios se llaman salbutamol y terbatulina, y se toman por medio de inhaladores. Su acción es muy rápida y enseguida alivian los síntomas y permiten la entrada de aire.
Una vez aplicado el tratamiento, los pediatras recomiendan observar al niño y ver si hay mejoría clara y mantenida unas cuatro horas, pues si no mejora se debe ir al médico enseguida.
Cómo prevenir las crisis de asma
Una vez que sabemos que el niño tiene asma, es importante seguir unas consideraciones para prevenir, en la medida de lo posible, las crisis asmáticas.
1. Administrar la medicación diaria si el médico la ha recomendado
2. Instruir bien a los niños en el lavado de las manos para evitar contagios de resfriados, pues son los desencadenantes más frecuentes
3. Evitar que inhalen humo de tabaco
4. Seguir las recomendaciones pautadas por el médico en caso de niños alérgicos
5. Si el niño tuviera sobrepeso, animarle a bajarlo con una dieta sala y un estilo de vida saludable
Ángela R. Bonachera
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