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Meriendas sanas para el verano

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Cómo crear un menú nutritivo para las meriendas del verano.

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Muchas energías hacen falta para cumplir con todas las actividades que un niño afronta en el verano. Por ello es muy importante que el menor cumpla con todas las comidas del día, cinco en total. Menús entre los que se encuentra la merienda, las cuales deben estar presentes en el día a día de los más pequeños para evitar que el hambre entre horas provoque que coman para saciar su apetito en momentos en los que no debe.

Sin embargo, algunas meriendas se ven alteradas por la sensación de libertad que parece dar el verano a la nutrición de los más pequeños. Helados, bebidas azucaradas, bollería industrial. Estos productos pueden ser más comunes en el verano con la excusa de que los niños están de vacaciones. Pero no hay que descuidar la dieta de los más jóvenes por este motivo.

Las prisas no son buenas

Hay que organizar un viaje a la playa o una visita a la piscina. Una labor nada fácil ya que hay que preparar bañadores, cremas solares, toallas, sombrillas, etc. Una lista que en ocasiones no deje tiempo para las meriendas. Por este motivo en ocasiones se opta por llevar galletas o bollería industrial, o llegados a estos lugares se le compra un helado para calmar el hambre vespertina.

Pero las prisas no son buenas. Tal y como explica en la Asociación Americana del Corazón, en el caso de las galletas la mayoría de ellas aportan una cantidad considerable de azúcar. Una composición que abarca desde los 6 gramos hasta los 30. Otros productos también presentan un aporte de grasas saturadas es muy alto para en una sola ración.

En estos casos, y teniendo en cuenta las energías que gastan los niños en estas situaciones, se recuerda la importancia que tiene el bocadillo en estas ocasiones. Un ejemplo es el del sándwich de pan blanco con queso, el cual solo presenta 0,92 gramos de azúcar frente a los niveles indicados para las galletas. Además, estos productos también ofrecen grasas consideradas como ‘buenas’. También se puede elegir pan integral para beneficiarse del aporte de fibra en estas comidas.



Fruta y yogur

La fruta también puede estar presente en estas meriendas de los más pequeños. Los altos niveles de agua en estos productos ayudarán a mantener la hidratación de los niños en estas situaciones de mayor calor. Existen muchas formas de jugar con estos alimentos, como por ejemplo hacerlos en brochetas o prepararlos en macedonia para asegurar una variedad en la dieta de los niños.

Los yogures también pueden estar presentes en la playa. Portar una nevera para asegurar el frío que precisan estos productos para mantenerse en buen estado es una excelente opción. De este modo se añadirá un lácteo en la dieta, el cual conforma uno de los grupos alimenticios imprescindible en el menú que todo niño necesita para su desarrollo.

Damián Montero

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