Una buena alimentación es la base de un correcto crecimiento en los más pequeños. Son muchos los ingredientes que deben ponerse en la mesa brindando a los niños una nutrición acorde a las recomendaciones de los nutricionistas. Entre estos elementos que componen la leche es uno de los ingredientes que se recomiendan por sus beneficios en el crecimiento.
Desde la Asociación Española de Pediatría, AEP, se recuerda que la leche es un elemento básico en una dieta equilibrada y completa. Por ello, los médicos de este organismo han realizado un catálogo con el que esperan dar cuenta de la importancia de introducir este alimento en el menú de los más pequeños.
La importancia de la leche
Como se ha dicho, la leche es un alimento básico en el menú de los más pequeños de la casa al ser uno de los productos con mayores beneficios para niños:
– La leche es un alimento básico dentro una dieta variada y equilibrada, por este motivo se recomienda el consumo de 2-3 raciones diarias de leche y lácteos a partir de los 12 meses de edad.
– Contiene proteínas de alto valor biológico que contribuyen a un adecuado crecimiento y desarrollo
– Es la principal fuente dietética de calcio para unos huesos fuertes: una adecuada ingesta de calcio es fundamental para el correcto crecimiento y desarrollo de los huesos durante la etapa infantil.
– Permite que los niños ingieran las cantidades adecuadas de ciertas vitaminas y minerales: es una buena fuente de vitamina A, vitaminas del grupo B y fósforo.
– Hay una relación entre consumo de leche y estatura física en niños y adolescentes: el consumo de leche y productos lácteos se relaciona positivamente con la estatura física en niños y en adolescentes.
– Su valor nutricional no puede ser sustituido por el de las bebidas vegetales.
– Existen muchos falsos mitos sobre la leche: el consumo de leche no se relaciona con el asma, ni tampoco con una mayor producción de moco.
– La leche no produce síntomas gastrointestinales, como hinchazón o gases, salvo en aquellas personas que tienen algún grado de intolerancia a la lactosa, para las que se recomienda el consumo de leches sin lactosa.
– Una adecuada alimentación permite corregir las ingestas de nutrientes deficitarias: a partir del año de edad puede existir un desequilibrio en el consumo de ácidos grasos, con exceso de grasas saturadas y deficiencia de ácidos grasos poli-insaturados, como el Omega-3 DHA, así como de hierro y vitamina D. Modificando el perfil lipídico de la leche se pueden conseguir leches adaptadas, con un mayor contenido en esos nutrientes esenciales.
– Las leches de crecimiento son una alternativa útil y complementaria en la dieta para alcanzar las ingestas recomendadas de nutrientes esenciales en la infancia
– La leche de vaca no debe introducirse en la alimentación del niño antes de los 12 meses. Por debajo de los 2 años, salvo indicación del pediatra, la leche debe ser entera.
Damián Montero
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