Somos lo que comemos, lo que se pone en la mesa repercute de una forma u otra en el organismo. Aprender esta lección desde pequeños es muy importante. Alimentarse bien puede ser una labor muy difícil en la actualidad, con la expansión de las comidas rápidas. Saber decidir entre una opción u otra es primordial y para ello nada mejor que la educación nutricional.
Una enseñanza a la que quiere contribuir la Fundación Española de Nutrición, FEN, quien resalta la importancia que tiene construir una nueva relación positiva hacia la comida y prevenir los potenciales problemas de salud. Al mismo tiempo, es preciso invertir más y mejor en esta materia para promocionar los hábitos saludables a la sociedad porque a pesar de que se hacen esfuerzos para ello no son suficientes.
Inclusión curricular
Según FEN a día de hoy la educación nutricional se ha instaurado de una forma muy superficial, situación insuficiente para poder transmitir e instaurar en los pequeños los buenos hábitos saludables de alimentación. El objetivo debe ser transmitir la importancia de los hábitos saludables de alimentación, higiene y ejercicio y construir desde el principio una buena relación con la comida para convertirlos en futuros adultos saludables y felices.
Varios estudios demuestran la eficacia de las intervenciones de educación nutricional es muy alta y tiene muy buena acogida entre los más pequeños que disfrutan y se divierten aprendiendo sobre alimentación y en contacto con la naturaleza. Esto ocurre porque es un tema que les incumbe, con el que tienen contacto a diario, cada vez que comen y se relacionan con los alimentos y como algunos estudios afirman, aunque parezca contradictorio, existe un amplio desconocimiento entre los niños respecto a los alimentos y los hábitos saludables.
Por otro lado, la comida está muy relacionada con la felicidad de las personas debido a que comer representa un gran placer que en condiciones óptimas puede ayudar a desarrollar una sensación de bienestar. Ya que comemos todos los días y varias veces, comer no solo se limita al acto de ingerir alimentos si no que, comer abarca diferentes esferas sociales y culturales que afectan directamente a nuestra salud psicosocial y es por esto que podemos afirmar que una buena relación con la comida puede aportarnos bienestar y felicidad a nuestra vida.
Cómo educar en nutrición
La educación nutricional debe incluir los siguientes puntos en el programa académico:
– La promoción de hábitos alimentarios saludables duraderos.
– Educación alimentaria más allá del salón de clases, involucrando a toda la escuela, las familias y la comunidad.
– El establecimiento de huertos escolares pedagógicos: enlazando las lecciones con la práctica.
– El desarrollo de guías alimentarias para promover dietas saludables.
– La creación de ambientes favorables para una buena nutrición y opciones alimentarias saludables.
Por su parte, los padres y el resto de la familia pueden echar un cable del siguiente modo:
– Alimentarse y alimentar a su familia en un modo adecuado.
– Obtener alimentos adecuados a precios asequibles.
– Preparar alimentos y comidas saludables que sean de su agrado.
– Reconocer las malas elecciones alimentarias y como resistir a éstas.
– Instruir a sus hijos y a otros la sobre alimentación saludable.
Damián Montero
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