España es el segundo país de la Unión Europea, después de Reino Unido que presenta mayor índice de obesidad infantil. Entre las razones que obedecen a este ascenso de la obesidad figura que el consumo de frutas y hortalizas ha decrecido considerablemente entre los niños y jóvenes y tienen un papel fundamental en la dieta. Las comidas actuales son más rápidas e innovadoras, pero ¿son más sanas?
Se tarda lo mismo en pelar un plátano que en abrir una chocolatina. Partiendo de esta premisa, es vital que desde que son pequeños tratemos de inculcar a los niños, hábitos de vida y pautas de alimentación saludables. Si a estos hábitos unimos la práctica de ejercicio físico y menos horas de videojuegos y pantallas, conseguiremos una buena salud general para las nuevas generaciones.
El riesgo de diabetes crece debido a la obesidad
La creciente preocupación por la obesidad infantil y el consiguiente riesgo de desarrollar diabetes a lo largo de su vida por culpa de la alimentación, es una realidad latente. Para hacer frente a la obesidad, es importantísimo que se reduzca al mínimo el consumo de alimentos ricos en azúcares, los snacks y las patatas fritas. Estos alimentos contienen productos químicos, que pueden crear ansiedad para comer más de lo mismo en muy poco tiempo.
Se ha estimado que en el 2025, uno de cada dos niños experimentará alguna alergia a la comida, durante los primeros 10 años de vida. Esto en parte, es debido al masivo incremento de aditivos, colorantes y conservantes que frecuentemente se añaden a los alimentos para que duren más y sean más apetecibles y atractivos a la vista.
Por otro lado, los niños fijan sus células grasas durante los primeros cinco años de vida y una vez colocadas son más difíciles de quitar, por lo que es necesario cuidar su alimentación desde que nacen.
El rendimiento escolar y el comedor del colegio
La infancia es una etapa clave para establecer hábitos alimentarios saludables. Un niño debe estar bien alimentado, ya que una mala nutrición puede originar cansancio muscular, fatiga psíquica y disminuir su rendimiento escolar así como contraer enfermedades con mayor facilidad.
Muchos niños realizan sus comidas diariamente en el comedor del colegio. Como consecuencia, la dieta de los niños en edad escolar debe estar basada en alimentos de origen vegetal, como son los cereales y sus derivados, legumbres, hortalizas y frutas.
De igual forma, se debe incrementar el consumo de pescado frente a carne o huevos. En el menú escolar no pueden faltar verdura y ensalada de primer plato o como guarnición del segundo y fruta fresca en el postre. La merienda es una buena oportunidad para consumir una pieza de fruta.
¿Cómo presentar las frutas y hortalizas para que sean apetecibles?
«5 al día» es el número mínimo de raciones de frutas y hortalizas frescas que debemos consumir cada día. Por tanto, es necesario tomar 3 piezas de frutas al día y al menos 2 raciones de hortalizas, una de ellas en crudo. Son alimentos que tienen un bajo aporte calórico y son ricos en fibra, vitaminas, minerales y agua.
¿Cómo conseguir que las frutas y verduras sean atractivas para los niños? Asegúrate de que en casa, tengas siempre fruta fresca para comer entre horas y de esta forma le estarás inculcando a tu hijo hábitos de vida saludables. Es fundamental que las frutas las pongas al alcance de toda la familia. Procura cambiar frecuentemente su preparación para hacerlas más atractivas: macedonias, frutas frescas con yogur, etc. Recuerda siempre, que la mejor manera de aprovechar las propiedades nutritivas de las frutas y hortalizas, es tomarlas crudas o al vapor.
Muchos adultos de mediana edad, ahora padres también, han tenido que luchar contra la obesidad gran parte de su vida, porque cuando eran pequeños, se les permitió comer demasiadas cosas dulces. Por lo tanto, es preferible darle a tu hijo postres derivados de frutas frescas para satisfacer su ansia por algo dulce en vez de pastelitos, chocolates u otros alimentos con un alto contenido de azúcar.
Ideas para tomar 5 raciones de frutas y verduras al día
En el desayuno podemos incluir una pieza de fruta o un zumo recién exprimido. Tomar una pieza de fruta a media mañana, incorporar una ensalada a la comida, aprovechar la merienda para tomar otra pieza de fruta y en la cena incluir un plato de verduras y hortalizas.
La dieta mediterránea sigue siendo uno de los modelos alimentarios más saludables del mundo y sus beneficios sobre la salud han quedado reflejados en múltiples estudios que han puesto de relieve una menor incidencia de enfermedades degenerativas en los pueblos que la consumen, y en la que las frutas y hortalizas tienen un papel fundamental, con una extensa gama de variedades.
Propiedades de algunas frutas y hortalizas
ZANAHORIA. son una excelente fuente de betacarotenos, vitaminas básicas para la salud de la piel interna y externa, incluidos los pulmones y el sistema respiratorio.
AGUACATE. Es necesaria para el sistema inmunológico, para curar heridas y para asegurar una piel suave. También son una fuente de ácido fólico, necesario para la formación de glóbulos.
MANGO. una de las fuentes más ricas de betacarotenos y vitamina C. Representa una gran fuente de calcio y magnesio para formar huesos y dientes.
PLÁTANO. uno de los alimentos más energéticos para los niños ya que son una rica fuente de carbohidratos, vitamina B y potasio.
TOMATE. Es rico en un antioxidante llamado licopeno que junto con sus grandes cantidades de vitamina C aumenta la eficacia del sistema inmunológico.ESPINACAS: Muy conocidas por su alto contenido en hierro, son también ricas en calcio y magnesio, así como en potasio, el cual es un protector del corazón.
Macarena Funes
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